La evidencia es cada vez mayor en apoyo de la idea de que agua en estado líquido se esconda bajo la superficie helada de la luna Encelado de Saturno.
Algunos científicos creen que las plumas características de los cristales de hielo en erupción vistas en la superficie de la luna son características de géisers alimentados por una fuente de agua subterránea, con todo lo que implicaría descubrir que Encelado es un entorno favorable para la vida. Otros argumentan que los cristales podrían haberse formado por procesos como la descomposición de los clatratos (que combinan hielo y gas como el metano atrapado) o de la sublimación de las capas de hielo bajo la superficie que nunca pasan por una fase líquida en la transición de hielo al gas.
Sin embargo, muchos de los hallazgos más recientes, anunció ayer en una reunión el Enceladus Focus Group del SETI Institute de la NASA, en Mountain View, California, revelan signos de agua líquida.
Una de estas señales es que las plumas parecen estar hechas igualmente de hielo y gas, dice Andrew Ingersoll, científico planetario del Instituto Tecnológico de California en Pasadena.
“Es difícil conseguir ratios altos de conversión de sólido a gas de más de uno por ciento, si todas las partículas se forman a partir de vapor,” dijo. “Creo que deberíamos pensar en la posibilidad de que si lanzaramos una burbuja grande y pesada de líquido al vacío del espacio, estallaría en una nube de partículas más pequeñas.”
Otra señal de que el agua líquida está presente en Encélado es la química de los materiales que son emitidos por los geisers. Frank Postberg, físico de la Universidad de Heidelberg en Alemania, ha observado, por ejemplo, que los cristales de hielo en el anillo E de Saturno, que se originó en Encelado, son ricos en sodio, lo cual no sería posible si hubieran sido emitidos en forma de vapor que posteriormente sería condensado en hielo.
Sin embargo, no todos los puntos de las pruebas químicas apuntan a la existencia de agua líquida. Hunter Waite, científico espacial del Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio, Texas, señaló que la composición química de las plumas, según lo determinado por el espectrómetro de masa neutral de iones de la sonda Cassini, revela algunos compuestos cuya presencia no es coherente con un origen líquido. Un ejemplo es el cianuro de hidrógeno, que de haber sido mezclado con agua líquida, debería haber reaccionado con otros compuestos presentes en el agua para producir otros compuestos que aún no han sido encontrados en las plumas.
“No hay un patrón claro“, dijo Waite. “Hay algunas cosas que son consistentes con la idea del agua y otras cosas que no apuntan en ese sentido.”
Una posibilidad, dijo, es que los productos químicos en las plumas pueden provenir de múltiples procesos de todos a la vez.
Cualquiera que sea su causa, parece que las plumas han estado activas durante mucho tiempo. Los cristales de hielo cayendo de nuevo a la superficie de la luna se han acumulado en montones de alrededor de 125 metros de espesor, según Paul Schenk, científico planetario del Instituto Lunar y Planetaria en Houston, Texas. El hielo se acumula a un ritmo de aproximadamente 1 milímetro cada 1.500 años, dice, por lo que las plumas han existido desde hace decenas de millones de años.
Schenk basa su teoría en fotos de alta resolución que muestran una región al norte de la zona de géiseres cuya topografía es cortada en contornos redondeados, un claro indicativo de nieve profunda.
“Es diferente a lo que se ve en otras áreas que han sido fotografiadas en alta resolución. Los había de un increíble nivel de detalle por todas partes. Esto es mucho más suave”, dijo Schenk.
Otros científicos en la reunión recibiron esta noticia con entusiasmo. “Esta es una orden nueva manera de saber el tiempo que las plumas han estado activas”, dice Postberg. Hasta ahora, dijo, todo lo que se conocía era que habían estado activas durante el tiempo suficiente para escapar al espacio y formar el anillo E de Saturno -un proceso que habría llevado entre unos pocos cientos y miles de años. “Eso es un gran paso; de mil a diez millones de años”.
La fuente de la energía que genera las plumas sigue siendo desconocida. Según las últimas estimaciones, las plumas relacionadas con los puntos calientes están radiando 16 gigavatios de energía. Pero Encélado recibe sólo una fracción de eso a partir de la combinación de la desintegración radiactiva y la flexión de marea de la poderosa gravedad de Saturno, dijo Francis Nimmo, científico planetario de la Universidad de California en Santa Cruz.
Como resultado, la mayoría de los científicos en la reunión consideran que, sin embargo, las plumas han estado activas muchos millones de años de forma continua, en vez de encenderse y apagarse a intervalos.
Una pregunta aún más difícil de responder es si Encelado produce suficiente calor para mantener agua líquida bajo su superficie.
Nimmo no cree que haya suficiente calor para mantener una capa de agua debajo de la corteza de hielo. Pero, si todo el calentamiento que produce la marea gravitatoria generada por Saturno se concentrara en una zona, sería suficiente para crear un océano regional de gran tamaño indefinidamente por debajo de los chorros. Y una vez que dicho océano se formara, dice, se concentraría el calentamiento de marea, y por lo tanto se convertiría en un océano que se mantendría líquido a sí mismo.
Este artículo es reproducido con permiso de la revista Nature.
Autor: Richard A. Lovett
Enlace original: Evidence mounts for liquid water on Enceladus