¡Más madera, podemitas!

Publicado el 28 octubre 2016 por Cronicasbarbaras

El magistrado en excedencia, líder de las Mareas nacional-podemitas en el Parlamento gallego, Luis Villares Naveira, de 38 años, le ha solicitado a su partido chófer, secretario, pago de los kilómetros que recorre y compensación por sus gastos desde las elecciones autonómicas de septiembre, que ganó por mayoría absoluta el popular Alberto Núñez Feijoo.

Como juez recibía 51.800 euros netos anuales y ahora vive de unos ahorros que le durarán poco. Decía Podemos: “Cobraremos un máximo de tres salarios mínimos mensuales”.

Sí, la demagogia y el populismo llevan a la pobreza si se es honrado y no se obtienen otros ingresos, como su Caudillo, Pablo Manuel Iglesias`, así que hay que hacer lo que los Marx en el Oeste y pedir más madera en pasta: más pasta.

El caso Villares ofrece varias lecciones. Una, que todo político importante necesita ayudantes, como un chófer mientras trabaja viajando muchas horas, o un secretario que organice sus actividades mientras él estudia múltiples temas.

Tiene razón Millares, pero muchos ciudadanos también cuando duden de sus sentencias tras volver como juez ultraizquierdista en casos que permiten interpretar ideológicamente las leyes.

Similar es el caso de Margarita Robles, diputada socialista y magistrada del Supremo en excedencia, de ciega fidelidad a Pedro Sánchez: quiere volver a su puesto anterior cuando deje la política. ¿Cómo creer neutros sus considerandos, ponencias o sentencias?

Pero, volviendo a Podemos, en la cúspide de esa pirámide aparece Pablo Manuel Iglesias, que declaró ingresos de 125.000 euros en 2015, más de 100.000 por encima de los 1.965 brutos mensuales, esos tres salarios mínimos que prometió que percibirían los profesionales de su partido.

Iglesias ingresó 50.000 euros más que el presidente del Gobierno, el denostado Mariano Rajoy, siendo esa la única parte reconocida de beneficios propios en un partido ayudado por regímenes religiosos dictatoriales, como el iraní, o encaminados hacia la dictadura, como el venezolano

--------

SALAS

FOTOGRAFÍA DE LA VOZ DE GALICIA