Quien con más entusiasmo proclamó la Buena Nueva, un nuevo Evangelio nacionalista catalán, fue el diario crecientemente independentista, La Vanguardia, destacando hace unos días en primera esta noticia: “Thiago, el hijo de Leo Messi, nace a las 17 horas y 14 minutos”.
Subtítulo: “La hora de la llegada al mundo del primer hijo del “crack” azulgrana coincide con el momento escogido por el Camp Nou para gritar por la independencia de Catalunya”.
Los números corresponden a 1714, cuando la aspiración austríaca a la Corona española fue derrotada en Barcelona por los Borbones franceses en la Guerra de Sucesión, que los nacionalistas falsean convirtiéndola en guerra de secesión.
Como el padre de Thiago es un fenómeno portentoso, su bebito natural de Barcelona iniciará una nueva Diada, un linaje unido a otra señal sobrenatural, como recogía también La Vanguardia, la del nacimiento el mismo día del hijo de un dirigente de ERC.
Estas maravillas recuerdan las que recibieron los Reyes Magos para que fueran a adorar al Niño en el Portal de Belén, y son prodigios sobrenaturales para los catalanistas más ardientes: el Messías catalán ya está entre nosotros.
A todos estos prodigios añadamos que La Vanguardia, antes española, se convertía al independentismo sin más motivos que las subvenciones de Mas.
Su propietario, Javier Godó, que es Conde, fue nombrado en 2008 Grande de España “por su fidelidad a la Corona y por su defensa de las libertades democráticas”, pero Mas euros han cambiado milagrosamente sus lealtades.
Esos milagros, claro que existen: su padre, Carlos, también Conde Godó, fue procurador en las Cortes franquistas, y su periódico reclama ahora la independencia.
(Majestad, consígale algún efectivo y obrará el nuevo milagro del cambio).
Nacimientos prodigiosos, conversiones interesadas, señales celestiales: debemos seguir los signos paranormales que nos envían los ectoplasmas, etnoplasmas y europlasmas nacionalistas anunciando la Cataluña Messiánica e Independiente de Mas.
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SALAS