Creo que algunos estáis ya cansados de la fiebre vampírica, son muchos los que se han subido a este carro tras el apabullante éxito de la saga Crepúsculo. Sin embargo la serie de libros de Charlaine Harris no tiene nada que ver con los libros de Stephenie Meyer o con cualquier otra novela de vampiros adolescentes. Si ya habéis visto la serie True Blood os habréis dado cuenta de hasta qué punto se diferencian, y aunque la serie es entretenida, he de decir que los libros lo son mucho más. Tienen muchísima acción y mucho más humor, y no se pierde en tramas secundarias como sucede con la serie, por lo que son libros de consumo rápido: entretenidos sin más, pero cumplen a la perfección su cometido de hacernos pasar un buen rato sin complicaciones. Hasta el momento la saga consta en España de nueve libros publicados, y nos narran las aventuras de una camarera un poco insustancial, Sookie Stackhouse, que puede leer la mente y que se ve envuelta en mil y un problemas, al relacionarse con vampiros y otros seres sobrenaturales. Los japoneses han inventado una sangre sintética con la que los vampiros pueden alimentarse sin tener que recurrir a los humanos, así que estos han decidido darse a conocer a los humanos y convivir con ellos, aunque no les resultará tan fácil.
Más muerto que nunca es el quinto de la saga, donde Sookie es ya una experta en seres sobrenaturales, no sólo se codea con vampiros, sino con cambiantes, hombres lobo e incluso hadas. De hecho, su hermano Jason se ha convertido en pantera tras recibir un mordisco de uno de estos seres. Y aunque él parece estar adaptándose bien a su nueva condición, los demás panteras no acaban de fiarse de él. Un francotirador está intentando matar a los cambiantes de la zona, y sospechan que el culpable podría ser Jason. Sookie tendrá que intentar encontrar al culpable mientras lidia con los pretendientes que parecen salir por doquier: su jefe Sam, el hombre lobo Alcide, el cambiante Calvin, su ex Bill o Eric, el sexy vampiro que tras un hechizo de las brujas, no recuerda la tórrida relación que mantuvo con Sookie. Cada vez que leo un nuevo libro de esta saga pienso que no podrá seguir manteniendo el listón y enganchándome, pero siempre lo hace. La acción en esta quinta entrega es trepidante, y la diversión se incrementa ya que a Sookie no paran de salirle pretendientes. Eso sí, el libro tiene sus pegas, en esta ocasión el libro se ha puesto bastante mojigato, y pese a que Sookie se va besando con todos los citados y con alguno más, no encontraréis en esta ocasión ni una sola escena de sexo. Otra pega, y esta es más personal, es que después de la anterior entrega, Muerto para el mundo, donde el máximo protagonista era Eric (mi personaje favorito), esperaba que su protagonismo siguiera creciendo, y por desgracia no ha sido así. La tercera pega es que a las pocas páginas ya podemos imaginarnos quién es el francotirador, algo que le resto emoción a la lectura. Aún así, estoy esperando con ganas que salga en bolsillo la siguiente entrega de las aventuras de Sookie, con estos libros, que devoro sin darme cuenta, me lo paso genial. No puedo para de reírme con las ocurrencias de Sookie y con las cosas que le pasan.
Y no, por supuesto que no he olvidado qué día es hoy, aunque normalmente otras fechas me dan un poquito más igual, este día me gusta especialmente. Recibir un regalo porque sí de la persona a la que quieres y disfrutar de una cenita romántica me encanta, por no hablar de lo bien que lo paso escogiendo el regalo que yo voy a hacerle o preparando la cena o el lugar al que vayamos a ir a cenar. Para los que tengáis pareja y para los que no (porque el amor no es sólo cosa de pareja) os deseo un muy Feliz día de San Valentín junto a las personas a las que queráis o dándoos un gusto a vosotros mismos. Os dejo una de mis canciones favoritas, I feel free de Cream, en la que expresan a la perfección lo que es para mí el amor, un gran sentimiento de euforia y de libertad.
Me siento libre
Me siento libre.
Siento cuando bailo contigo,
Nos movemos como el mar.
Tú, tú eres todo lo que quiero conocer.
Me siento libre, me siento libre, me siento libre.
Puedo caminar por la calle, no hay nadie allí
Aunque sobre las aceras hay una gran multitud.
Puedo conducir por la carretera, mis ojos no ven,
Aunque mi mente quiere llorar a gritos.
Me siento libre, me siento libre, me siento libre.
Puedo caminar por la calle, no hay nadie allí
Aunque sobre las aceras hay una gran multitud.
Puedo conducir por la carretera, mis ojos no ven,
Aunque mi mente quiere llorar a gritos,
Aunque mi mente quiere llorar a gritos.
La pista de baile es como el mar,
El techo es el cielo.
Tú eres el sol y mientras brillas sobre mí,
Me siento libre, me siento libre, me siento libre.