Si el Estado ejerce la violencia legítima como garante del orden y la organización de la sociedad significa que también gestiona la administración de la violencia en las relaciones sociales, es decir, utiliza como medio y fin la violencia para someterla a sus designios.
Mientras las conciencias se corrompan, el sistema de dominación existirá.
El miedo guarda a la viña tanto como al Estado.