Más que amigas

Por Encantada

Hace tiempo que quería dedicar algunas entradas de mi blog a recomendar libros y, desde que se me ocurrió la idea, supe que el primer libro del que escribiría sería este: Más que amigas. Por si no lo conocéis, es un libro de autoayuda para lesbianas. Y fue el primero que leí.
Recuerdo perfectamente el día que lo compramos. Por aquel entonces acudía a mi primera terapia y mi novia solía acompañarme. Acababan de recomendarme la lectura del libro y, para que mi novia no se aburriera mientras me esperaba, se me ocurrió que podía ir a comprarlo. Además, en aquel tiempo ella solía jactarse de no tener ningún problema de autoaceptación, por lo que me pareció más fácil que lo comprase ella y no yo.
Cuando salí de la consulta, mi novia estaba esperándome en la puerta.
- ¿Qué tal?- Bien, ¿y tú? ¿Has encontrado el libro?- Sí...- ...- Pero tía...-¿Qué?- Que ya podías haberme avisado de lo que salía en la portada.- ¿Y qué sale?- ¡¡Dos tías besándose!!
Todavía me acuerdo de las risas que nos echamos mientras me contaba la vergüenza que había pasado al pagarlo, tratando de tapar la foto de la portada y poniendo cara de: "Es un encargo, ¿vale? ¡No es para mí!".
Más que amigas fue uno de aquellos libros que forré para leer en el metro, y que también leía en mi casa, escondida bajo el edredón y con el flexo casi metido en la cama. Nada más abrirlo, comprendí que estaba escrito para mujeres como yo, que acababan de descubrir que ser lesbianas era más que una posibilidad, y a las que se nos había venido el mundo encima por ello. Creo que nunca olvidaré cuánto lloré cuando leí el primer capítulo, donde se incluían unas breves historias más o menos prototípicas de mujeres lesbianas. Por primera vez, pude poner palabras donde hasta entonces sólo habían existido emociones que, aunque bien conocidas, nunca me había atrevido a verbalizar. Lo más revelador fue que, paradójicamente, aquellas palabras no las había escogido yo:
"Desde pequeña, Raquel supo que el mundo femenino no le resultaba tan atractivo como el masculino: en los cuentos, en los tebeos, en la televisión, quienes mejor se lo pasaban eran los chicos. Decidió entonces que sería como ellos porque era más divertido, así que empezó a jugar con sus compañeros de clase en lugar de relacionarse con las chicas. De forma inconsciente asimiló lo que tenía alrededor: se comportaba como los otros niños, incluso prefería vestirse como ellos. Pero cuando llegó la adolescencia, la presión del entorno la forzó a abandonar esas actividades y a tratar de ser más femenina".
"Cuando llegó a la adolescencia [...], [Sara] empezó a tener las mismas inquietudes y anhelos que el resto de sus compañeras. Pronto empezó a salir con chicos [...]. Años después, en la universidad, mantuvo una relación más estable con un chico, incluso tuvo relaciones sexuales con él, pero de alguna forma Sara no se sintió completa. Algo en su interior le decía que aquello no podía ser todo. [...] Decidió romper la relación con su novio porque ya no podía ocultarse por más tiempo que no estaba enamorada de él, que el sexo no era gratificante y que ella esperaba mucho más del amor. Sin saber muy bien cómo, empezó a pensar en la posibilidad de que le gustaran las mujeres. Ese pensamiento surgió de forma casi natural en su mente".
Gracias a Más que amigas comencé a aceptar que mi lesbianismo era algo más que un mal sueño del que no lograba despertar. Además, descubrí cosas curiosas (como que el clítoris tiene ramificaciones internas bastante profundas o que existe una técnica sexual llamada fist-fucking) y empecé a reflexionar sobre la experiencia homosexual y lo que la rodea (como la homofobia, el sexismo o la pluma).
He vuelto sobre este libro muchas veces. Algunas, en busca de consuelo. Otras, para recordar este o aquel dato. Las últimas, llena de ternura hacia mis propios subrayados y anotaciones, recordando miedos y conflictos que, afortunadamente, he podido superar.
Si os encontráis en esa fase de descubrimiento, o conocéis a alguna chica que la esté viviendo, os recomiendo leer este libro. Estoy segura de que no os va a decepcionar.
Para mí, siempre será un libro más que especial.
Encantada.