Pero quizás el lado menos conocido de su trabajo es aquel como escritor. En 1994 escribió el ensayo Más que discutible (Tusquets editores) y desde entonces no ha dejado de publicar libros. Desde que, cuando comencé la carrera un amigo me regaló su primer libro, me han interesado sus escritos.
Así, pronto me hice con Todo es comparable (1998) y Dios lo ve (2000) de editorial Anagrama. Como rezan algunos de sus prólogos, estas observaciones dispersas lo son tan sólo aparentemente dado su ejercicio como arquitecto, diseñador y pintor. Así, el autor nos divierte comparando cosas que no vienen a cuento en varios libros que, aunque escritos por un arquitecto, no son libros específicos para arquitectos. Así, nos habla de Dalí, las siluetas de Nazca, escaleras, toreros, museos, calendarios, luces, alimentos en conserva, arte abstracto, deportes...
Os animo a que, cuando paséis por la biblioteca o una librería, echéis un vistazo a sus páginas y os adentréis en la mirada tan personal de este prolífico autor.