Más razones para la educación empresarial

Publicado el 16 mayo 2011 por Misterempresa

Imagen: SeedRocket_

Desde hace tiempo vengo defendiendo la necesidad de una auténtica educación empresarial. No sólo a la educación a nivel académico y a la posibilidad de implantar en los planes educativos asignaturas relacionadas con la empresa y el emprendimiento.

Me refiero a las noticias que nos demuestran la poquísima cultura de empresa que tienen los propios empresarios y el impacto que esto puede tener en la sostenibilidad de sus negocios. Hace meses tratamos los bajísimos índices de aplicación de técnicas básicas de gestión empresarial en la mayoría de las empresas y estos últimos días nos encontramos con un estudio que pone en evidencia el escaso aprovechamiento que los autónomos hacen de las herramientas tecnológicas.

El panorama actual

Todos estos datos ponen de manifiesto que una gran mayoría de las personas que desarrollan actividades empresariales en nuestro país carecen de visión de conjunto sobre lo que supone crear, gestionar y hacer rentable una empresa. Eso, antes o después, condena al fracaso a la mayoría de las iniciativas empresariales.

Los empresarios y emprendedores centran mayoritariamente sus esfuerzos en aquellas disciplinas que dominan y que suelen ser la parte productiva de la empresa y acaban descuidando el resto. Cuando, además, no se crean equipos multidisciplinares se tiende a abandonar aspectos vitales para el desarrollo del negocio y nos acabamos encontrando con situaciones como las ya comentadas.

En una buena parte de las ocasiones el empresario no toma conciencia de que debe estar constantemente alerta sobre las novedades que puede aplicar a su negocio para mejorarlo o sobre aquellos aspectos que, de manera general, pueden servir para ganar competitividad, para captar mayor cuota de mercado o, simplemente, para ayudar en la toma de decisiones.

Lo que hay que hacer

Lo primero que debe hacer el empresario es concienciarse de que el negocio abarca los aspectos productivos, comerciales, financieros y de gestión. Todos ellos componen la realidad de la empresa y a todos ellos hay que prestarles la misma atención, si no se tiene la capacidad o los conocimientos suficientes para hacerlo hay que confeccionar un equipo que lo haga y así poder delegar esas funciones en las personas apropiadas.

Pero a pesar de poder descargar esa responsabilidad en otros miembros de la organización, el empresario no debe dejar de pensar que él es quien tiene la última palabra sobre lo que ocurre en su organización y por eso ha de supervisar y coordinar todo de manera adecuada.

Ese debería ser uno de los aspectos fundamentales de la educación empresarial. Ser conscientes de que el día a día de la empresa abarca todos estos aspectos y que todo debe funcionar como una máquina perfectamente engrasada, el fallo de una de las piezas repercute en el resto y por eso no debemos descuidar el mantenimiento de toda ella.

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