La primera viene de la mano de Emilia.
He leído este libro porque en verdad el título me resultaba muy sugerente, y doy gracias al autor por haberme introducido en temas para mí desconocidos, aunque verdaderamente interesantes, y que en compañía de Ulrica me han resultado amenos, incluso en ocasiones divertidos desde su punto de vista. Ulrica es un personaje desenfadado, espontáneo, natural y con ocurrencias que me han llevado a identificarme con ella en su forma de plantearse las dudas sobre los temas que exponen psiquiatras y psicólogos acerca de la gerontofilia. Me ha encantado el libro, volveré a leerlo porque además aporta cultura y riqueza por los personajes tan interesantes que introduce el autor.
La segunda tiene la firma de Enrique Gil Nagel.
Muchas gracias al Doctor Claramunt, con un afectuoso saludo. El placer y el interés fueron en aumento mientras me adentraba en la lectura de Los jardines del Ulrica.
Reune esta novela muchos de los elementos que hacen atractiva y amena la lectura de un libro: en primer lugar su originalidad- no creo que existan muchos libros dedicado como este al tema de la "Gerontofilia" como argumento principal- yo, desde luego, no conozco ninguno. Ameniza tambien su lectura la descripciòn de variados paisajes , pueblos y lugares (Montes de Toledo , de Cantabria y Asturias) de jardines y ciudades. Todo el libro está permeado de un fino, sutil y satirico humor del que no escapa nadie: en primer lugar los psiquiatras, con su incomprensible y vacua verborrea, ejemplarizados en varias citas literales. Tampoco escapan, entre otros, los mèdicos, psicòlogos y sociologos.
Especialmente hilarantes son las páginas dedicadas al internamiento de Santi, el provecto protagonista de la obra, en la Super-Ciudad-Sanitaria-de-los-Calcetines-Usados, donde por otra parte, y esto ya no es tan risible, empieza a enfrentarse con su destino, recibiendo para ello la visita de la Dama del Alba.
Pero lo más relevante de la obra, aparte de la vastísima cultura y erudición que rezume toda ella, es la relación amorosa que desde el primer capitulo se establece entre Santi y Ulrica, una desenvuelta y moderna joven: se trata de una ilusión, de una fantasía o quizás, de una alucinación? o también, como él , desesperadamente trata de demostrar con la ayuda de ella, acudiendo a diferentes consultas con especialistas, de una REALIDAD, es decir, de un personaje de carne y hueso. Uno, que ya ha cumplido, y recumplido , cierta edad, se identifica totalmente con el protagonista y desearía, mejor dicho,desea, que la Gerontofilia se extienda, se convierta en epidemia y nos rejuvenezca a todos con nuevas ilusiones de la añorada juventud. Y que todo empezase con el roce de una rodilla con otra....
Y la última la trae Pilar Guardiola Flores.
¡Quién pudiera despedirse de la vida y acoger la muerte en un bosque de luz, con la proximidad del ser amado y la misteriosa dama del alba¡ Los Jardines de Ulrica, es una novela de amor que surge de dos mundos distantes en tiempo y edad. Es la historia del amor eterno. El que no desvanece. El que pervive a los convencionalismos sociales y a la misma muerte. Los protagonistas de esta historia, nos van desvelando valores nacidos de un sentimiento intenso, apasionado. La generosidad y el profundo amor de la protagonista para con el amado, extingue las distancias de edad acercando a los amantes a una fusión del alma en dónde los años, son una mera fecha de calendario. La novela subyuga al lector desde el primer encuentro. ¿Casual?. Así parece hacer creer el autor, aunque esta casualidad sea el hilo conductor del simbolismo de la vida. La que llega y la que se va. La descripción del amor tardío, el sarcasmo de los personajes y la infinidad de citas del autor, hacen que Los Jardines de Ulrica sea una novela de amor, divertida, de agradable lectura y filosofía de las edades de la vida que hace pensar, después de sonreír.