Más sobre animales de compañía en casa. El caso del autismo

Por Stornel
No hace mucho les comenté un estudio en el que mostraba que los niños con perro en casa desde pequeños tenían menos infecciones. En resumen, el perro en casa sería un factor protector. Mi mujer está encantada con estas noticias porque los perros son su pasión. Saben ustedes que en el hospital tenemos perros que visitan a niños enfermos.
Un animal de compañía tiene efectos terapéuticos a muchos niveles, tipos de enfermedad y edades. Recientemente unos especialistas franceses demuestran, aunque con un grupo pequeño, que si se incorpora un perro (también gatos y conejos/hamsters) como animal de compañía a niños autistas mayores de 5 años se observa una mejora en su comportamiento. En cambio no ocurría lo mismo con los autistas que ya los tenían desde  pequeños. Es posible que sea debido a las nuevas interacciones entre niño y mascota que establecen nuevos tipos de relaciones táctiles y visuales y con cambios de comportamiento e interrelaciones diferentes entre todos los miembros de la familia.
Los perros gozan de inmerecida mala fama en nuestro país. En un diario catalán de mucha tirada son constantes las quejas de los lectores porque ensucian calles y parques. La culpa, claro está, no es de los animales sino de sus dueños que no saben educarlos y llevarlos como es debido. Estando en La Rochela (Fra) observé sorprendido una gran cantidad de perros sueltos por la calle sin quejas de nadie y no es nada raro ver a jóvenes vagabundos acompañados de sus fieles y tranquilas mascotas.