Continuando con el tema del otro día, veamos un nuevo argumento por el que el concepto de verdad no puede entenderse como sinónimo de algún concepto de naturaleza epistémica (es decir, por qué no es lo mismo el hecho de que una proposición sea verdadera, que el hecho de que alguien sepa, o esté muy convencido, o tenga razones para creer, que es verdadera)..Elijamos ahora como el supuesto sucedáneo de "verdadero" el concepto de "tener un gran éxito predictivo". Ya dediqué otra entrada al tema, pero el argumento de hoy es diferente. Supongamos una teoría T que tiene un gran éxito predictivo. Naturalmente, ese éxito será una razón (falible) para considerar, al menos provisionalmente, que la teoría es al menos aproximadamente correcta, al menos en relación con aquellos aspectos de las cosas de las que habla que son los causantes de los fenómenos que la teoría ha predicho con asombrosa corrección. En muchos casos, de hecho tomaremos ese éxito empírico como suficiente para sostener que la teoría T no es sólo "aproximadamente" verdadera, sino que es verdadera simple y llanamente, y que, aunque T pueda ser sometida en el futuro a algunos "refinamientos", estos no afectarán a la verdad de T, sino sólo a algunos matices o interpretaciones. P.ej., consideremos las "teorías" de que la mayor parte del peso el agua corresponde al peso del oxígeno, o la de que los seres vivos actualmente presentes en la tierra poseen ADN, o la de que los continentes se han desplazado por la corteza del planeta a lo largo de millones de años..Ahora bien, alguien puede, sobre la base de que nuestros datos empíricos apoyan fuertemente la hipótesis de que algunas de esas teorías son verdaderas, emplear la lógica para sacar consecuencias a partir de ellas. Sea C una tesis que se sigue lógicamente de esas teorías T, T', ..., que aceptamos como verdaderas. Si T es verdadera, y es verdad que T implica C, entonces también es verdad que C (o, en términos sanamente deflacionistas: si T implica C, y T, entonces C). ¡¡¡Pero puede ocurrir que C no tenga prácticamente ningún poder predictivo!!!.Luego la razón por la que aceptamos que C es verdadera no será, en este caso, porque C tenga poder predictivo (que, por hipótesis, no lo tiene). Así que lo que pensamos al pensar que C es verdadera no es que C tiene poder predictivo (pues sabemos, por hipótesis, que no lo tiene)..En particular, posiblemente tampoco tiene ningún poder predictivo en absoluto la tesis de que "ser verdad consiste sólo y exclusivamente en tener un gran poder predictivo". Luego si esa tesis es verdadera, no será por tener un gran poder predictivo..Esta es la divertida situación de quienes pretenden convencernos del carácter epistémico de la noción de verdad: que se ven forzados a sostener algunas de sus tesis, o de las consecuencias de sus tesis, no porque esas consecuencias tengan aquello que según ellos las haría verdaderas (ni porque ellos, intelectualmente honrados como los presumimos, lo crean así), sino porque, honestamente, creen que esas consecuencias son verdaderas en sentido no epistémico.Enrólate en el Otto Neurath
Continuando con el tema del otro día, veamos un nuevo argumento por el que el concepto de verdad no puede entenderse como sinónimo de algún concepto de naturaleza epistémica (es decir, por qué no es lo mismo el hecho de que una proposición sea verdadera, que el hecho de que alguien sepa, o esté muy convencido, o tenga razones para creer, que es verdadera)..Elijamos ahora como el supuesto sucedáneo de "verdadero" el concepto de "tener un gran éxito predictivo". Ya dediqué otra entrada al tema, pero el argumento de hoy es diferente. Supongamos una teoría T que tiene un gran éxito predictivo. Naturalmente, ese éxito será una razón (falible) para considerar, al menos provisionalmente, que la teoría es al menos aproximadamente correcta, al menos en relación con aquellos aspectos de las cosas de las que habla que son los causantes de los fenómenos que la teoría ha predicho con asombrosa corrección. En muchos casos, de hecho tomaremos ese éxito empírico como suficiente para sostener que la teoría T no es sólo "aproximadamente" verdadera, sino que es verdadera simple y llanamente, y que, aunque T pueda ser sometida en el futuro a algunos "refinamientos", estos no afectarán a la verdad de T, sino sólo a algunos matices o interpretaciones. P.ej., consideremos las "teorías" de que la mayor parte del peso el agua corresponde al peso del oxígeno, o la de que los seres vivos actualmente presentes en la tierra poseen ADN, o la de que los continentes se han desplazado por la corteza del planeta a lo largo de millones de años..Ahora bien, alguien puede, sobre la base de que nuestros datos empíricos apoyan fuertemente la hipótesis de que algunas de esas teorías son verdaderas, emplear la lógica para sacar consecuencias a partir de ellas. Sea C una tesis que se sigue lógicamente de esas teorías T, T', ..., que aceptamos como verdaderas. Si T es verdadera, y es verdad que T implica C, entonces también es verdad que C (o, en términos sanamente deflacionistas: si T implica C, y T, entonces C). ¡¡¡Pero puede ocurrir que C no tenga prácticamente ningún poder predictivo!!!.Luego la razón por la que aceptamos que C es verdadera no será, en este caso, porque C tenga poder predictivo (que, por hipótesis, no lo tiene). Así que lo que pensamos al pensar que C es verdadera no es que C tiene poder predictivo (pues sabemos, por hipótesis, que no lo tiene)..En particular, posiblemente tampoco tiene ningún poder predictivo en absoluto la tesis de que "ser verdad consiste sólo y exclusivamente en tener un gran poder predictivo". Luego si esa tesis es verdadera, no será por tener un gran poder predictivo..Esta es la divertida situación de quienes pretenden convencernos del carácter epistémico de la noción de verdad: que se ven forzados a sostener algunas de sus tesis, o de las consecuencias de sus tesis, no porque esas consecuencias tengan aquello que según ellos las haría verdaderas (ni porque ellos, intelectualmente honrados como los presumimos, lo crean así), sino porque, honestamente, creen que esas consecuencias son verdaderas en sentido no epistémico.Enrólate en el Otto Neurath