“Nos colocaban en línea desnudas cada mañana, se acercaban a nosotras, nos olían… Entonces elegían a la que más les gustaba para ese día. Después, era el turno de los guardas, eran horribles… Me pegaban y violaban incluso dos a la vez. Al final me alegré de ser comprada por Al Russiyah (‘el Ruso’, un combatiente checheno) en lugar de que me siguieran pegando. Aunque fue como elegir entre morir o morir…“.
Este es el estremecedor relato de Suzan, una joven yazidí de 17 años que fue vendida como esclava sexual a combatientes de ISIS. Primero la secuestraron junto al resto de su familia y, después, estuvo recluida en uno de los bazares de mujeres del Califato. Tras meses en cautiverio, ahora Suzan espera el hijo que concibió durante los repetidos abusos. El testimonio de la menor se ha hecho público a través de una trabajadora humanitaria sueca, Delal Sindy, que investiga su caso.
¿Alguien dirá algo? ¿Alguien hará algo?