Más vale tarde que nunca: Reverence Festival

Publicado el 29 septiembre 2014 por Isabelval @cabezadeisa

Foto: Isabel Val

por Parko.

Antes de nada, una consideraciones al azar sobre el Reverence.

1.- Tuvo lugar en la sala El Latino de Barcelona (Ramblas, 27) y, a aparte de que no había ido en mi vida a un concierto allí, me desconcertó el hecho de que no había ni un dichoso cartel del festival en la entrada, y me sentía bastante raro preguntándole al típico gorila de garito si ahí se llevaría a cabo el “Reverence festival”, pero eran bastante majos y tuvieron piedad de mí, menos mal.

2.- Dejando de lado de que soy fanático (de muchos cosas en realidad) del stoner y del psych rock, eso de montar un festival entre semana con seis grupos en una sala cerrada que empieza a las 7 de la tarde me parece un poco arriesgado. De entrada porque había muy poco tiempo entre bandas (que está bien, en principio) y no sé ustedes, pero yo soy de cenar. Habrá quien diga que cenar es de burgueses (debatámoslo en otra parte, por favor), pero yo necesito cenar, coño, que me he despertado a las 7 de la mañana para ir a trabajar. Total, que teníamos que decidirnos entre cenar rápido y barato (barato en las ramblas? JA), perdiéndonos además parte del show o no cenar. Nos dimos prisa y nos perdimos poco, pero íbamos con la impresión de perdernos detalles importantes. Otra vez me llevo bocatas.

3.- El precio de las cervezas era más que aceptable, aunque los vasos estuvieron a punto de rajarme los labios en más de una ocasión, y antes de que me llaméis delicado, os diría que escuché esa discusión en diferentes momentos del festival, a nadie le pasaron desapercibidos los bordes cortantes de los vasos.

4.- Una botella de alcohol de quemar en un lateral del escenario? Y esta mierda?
(Luego descubrimos que lo usaron para hacer los fondos psicodélicos del festival, con reactivos químicos y protectores de transparencias. GRAN punto a favor del Reverence.)

5.- Sofás en el baño masculino? Chúpate esa, Friends!

JINKO VILOVA
Una sorpresa para mí, aunque Isa ya me había puesto sobre aviso de que me iban a encantar. No se equivocaba en absoluto, después del Reverence me he convertido a la religión de Jinko Vilova, sea esta la que ellos digan. Propuesta aparentemente sencilla para este trío barcelonés, un bajista genial, ni les falta ni les sobra nada. Como dice Al, son tres, ahí está todo lo que necesitan.

WHITE MANNA
Nos lo perdimos casi todo, tuvimos que salir para comprarnos algo de cena. Lo poco que vimos nos gustó, pero no es suficiente como para hacernos una idea de qué son capaces.
Sorry, White Manna

PRISMA CIRCUS
Para mí, una de los grandes nombres de hoy, pero es que con este cartel resulta difícil decidirse. Prisma Circus salieron con ganas de comerse el escenario, demostrando por qué han sido convocados a un festival de este calibre. Nunca nos decepcionan, y es que ya son como amigos de la casa. Agradecimos el hecho de haber llegado a tiempo para verles, de veras que tienen una fuerza descomunal.

WHITE HILLS
Para mí, uno de los conciertos más esperados de la noche. Una autentica pena que no sonara bien uno de los micrófonos (el de la chica, X, que es la que lleva las pocas letras de White Hills muy muy lejos), pero no es culpa de ellos, así que tan solo puedo lamentarme. Pintas de glam rock con un punto gótico, un gran directo, paseo mental por ambientes pesados incluido.

SPINDRIFT
Tocaron The Matador and the Fuzz, así que Isa suspiró tranquilizada viendo sus expectativas respecto a eso, y la cosa no quedó aquí, ofrecieron un espectáculo envidiable, haciendo suyas las filas de gente que no les conocían y que habían venido a ver a Graveyard. Una auténtica fiesta, una delicia de directo.

GRAVEYARD
Creo que es el concierto donde más crowdsurfing he visto en mi vida. Dejé de contarlos a partir de los 8 o 9, y es que el público estaba total y absolutamente entregado a Graveyard, que no decepcionaron y propusieron incluso ir a verlos ya mismo de nuevo a Portugal (Tierra de gallos, por otro lado). Un concierto mucho más que directo, la sala a petar, el ambiente in creíble, un puto éxito.

Por todo esto y más, el Reverence es cita segura para nosotros los gallos, esperamos veros de nuevo allí el año que viene.