El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha señalado en una entrevista a la cabecera norteamericana ‘The New York Times’ el ideal de Cataluña de convertirse en parte de los EE.UU. de Europa, y ha subrayado que una Cataluña independiente se ubicaría por delante de una docena de los 27 países de la UE por volumen de riqueza.
Uno entiende poco de economía y menos de macroeconomía, pero tengo la sensación de que una Cataluña independiente en el seno de una Europa Unida, tendría las cosas muy complicadas. Por ejemplo, ¿dispondría de un ejército propio?. Parece poco probable dado el enorme desembolso que ello supondría, aunque disponga de infraestructuras, actualmente a cargo del presupuesto que le destina el estado opresor. Por otro lado, ¿quienes son los mejores clientes de Cataluña?. Desde luego, los españoles, por más que denosten a todo lo que queda debajo de los Pirineos, salvo a sí mismos y algo en menor medida, a valencianos y mallorquines. No parece que una relación fluida con España, tras separarse de ella, iba a ser posible y es algo de lo que la economía catalana se iba a resentir. Por último, ¿es posible que saliese de la zona euro?. Pues parece lógicamente lo más posible y lo más probable. Artur mas sale, de momento, con mil millones de euros de la Moncloa, pero con un no gallego tan rotundo como sorprendente a propios y extraños, y eso, escuece su orgullo aldeanista de independentismo recalcitrante y decimonónico. ¿Será que le viene corto ser presidente de una autonomía y aspira a serlo de un país?. Puede, pero se le olvida que las competencias de cada uno de los diecisiete pequeños reinos de taifas de esta España desmembrada, tiene menos dependencia del Estado Central que cualquiera de los cincuenta y dos estados de la Unión, donde pronunció estas jugosas declaraciones.