Hasta ahora siempre la he hecho en la panificadora pero ahora me ha dado el punto de amasarla en la amasadora y queda también muy buena. Se tarda menos puesto que en la panificadora el ciclo amasado dura una hora y media. De esta otra forma, puedo amasar mi pizza a las ocho y comerla a las nueve y media o diez de la noche si es viernes o sábado, que es más bien cuando las suelo preparar. Y que yo libre al día siguiente claro. Estos mismos pasos son los que sigo cuando la preparo en la aldea que no tengo nada de nada en cuestión aparatos, y sale muy bien. Allí hay todo el tiempo del mundo así que todo lo preparo a mano. No os cortéis porque no tengáis aparatos porque merece la pena, solo se tarda un poco más haciéndola a mano. Otro día lo explicaré más despacio.
INGREDIENTES
-450g. de harina corriente
-240 ml. de agua templada
-tres cucharadas soperas de aceite de oliva
-una cucharadita y media tamaño moka de sal
-un sobre de levadura seca
PREPARACIÓN
Con estas cantidades salen dos bolas de 350g. cada una. Yo suelo preparar una para los tres y la otra bola la congelo. También la suelo cortar a su vez en dos para que salgan dos más pequeñas y las congelo para cuando mi hija esté sola en casa.
Ponemos en el bol la harina la sal y el aceite y conectamos a velocidad dos, es decir, no muy lento pero despacio. Templamos el agua en el micro que no esté caliente, solo templada y añadimos la mitad de agua y que vaya ligando. Ahora ponemos la levadura.
Seguimos amasando y ahora bajamos a velocidad lenta para que no salpique al poner el resto del agua. Echamos el agua que quede hasta que tengamos una masa suave y elástica. Si está demasiado dura podremos añadir un poco más de agua templada y amasar otro poco. En total yo lo amaso alrededor de diez minutos. La sacamos a la encimera en la que habremos puesto un chorrito de aceite y la amasamos un poco. Nos saldrá una bola como esta.
La cortamos por la mitad y a su vez una mitad en dos.
La vamos estirando bien con el rodillo cambiándola de posición para conseguir un rectángulo de la medida de la bandeja del horno. Cuando la tengamos bien estirada la cogeremos con el rodillo como se ve en la fotografía para colocarla en la bandeja del horno donde previamente habremos puesto un papel para horno para que no se pegue.
la levantamos y la colocamos en la bandeja sobre el papel para horno. Ya la tenemos lista para rellenar con lo que más nos guste.
Como sale mucha masa con esta receta, no olvidéis que las bolas se pueden congelar. Yo la que me sobra la corto en otras dos bolas más pequeñas y las congelo bien envuelta en film transparente. Luego la sacas un par de horas antes de utilizarla y está estupenda.
Espero que os haya servido.