Al no llevar huevo resulta una masa crujiente y sabrosa capaz de soportar el peso de cualquier relleno.
INGREDIENTES:
* 180 gr de harina para todo uso
* 1 cucharada de azúcar
* 1 cucharadita de sal
* 80 gr mantequilla fría, cortada en cubos pequeños
* 3-5 cucharadas de agua helada
PREPARACIÓN:
1. Mezcla la sal y el azúcar con la harina en un bol.
2. Añade la mantequilla cortada en cubitos y aplasta con la mano como si la quisieses desmenuzar, pero no amases, la mezcla de be de tener grumos de mantequilla.
3. En una jara con hielo tienes que poner agua, será la que vas a utilizar para ir añadiendo a la harina.
4. Ahora pon una cucharada de agua en la mezcla y amasa, tienes que hacer esto hasta que la masa sea una bola que cuando la aprietas no se deshace.
5. Coloca la bola entre papel film y cháfala con un rodillo hasta que tenga la medida suficiente para cubrir el molde. O más o menos 3 mm de grosor si es para tartaletas.
6. Engrasa el molde con mantequilla y coloca la masa encima ajustandola al molde y recortando lo que sobra. Lo puedes hacer presionando los bordes con el rodillo.
7. Hornear con o sin relleno, según sea la receta que va a hacer. Pincha la masa con un tenedor antes de hornearla, así no se hincha.
Paso 2
Paso 4
Paso 6
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¿POR QUÉ TE SIENTA BIEN ESTA RECETA?
- El azúcar:
El azúcar es fundamental para nutrir el sistema nervioso ya que las neuronas solo se nutren de glucosa.
Tiene un efecto tranquilizante para los adultos en momentos de estrés y ansiedad y nos provee de gran cantidad de energía. Hablando siempre de consumos moderados.
Azúcar moreno de caña (ojo, a veces le ponen colorantes)
si incorporas el azúcar moreno de caña en tu régimen alimenticio cotidiano le estarás aportando a tu organismo elementos como vitamina A, vitamina B1, vitamina B2, sales minerales, hidratos de carbono, melaza o miel de caña y ácido pantoténico entre otros elementos.
Te ayudara a mantener regulados tus niveles de azúcar en sangre, a prevenir la desnutrición, a alcalinizar tu PH, a combatir el cansancio y a tener un mejor crecimiento y desarrollo mental.
- La mantequilla:
La mantequilla es un alimento beneficioso en la estimulación de las vitaminas liposolubles A, D, E y K y en su biodisponibilidad. En sí, la mantequilla contiene vitamina D, que es esencial para la salud de nuestros huesos, ya que aumenta la absorción de calcio. Todos estos son esenciales para diferentes procesos corporales metabólicos relacionados con el crecimiento. También se ha encontrado ácido araquidónico (ARA) en la mantequilla. Hay correlaciones entre un mayor consumo de ARA y la sensibilidad a la insulina. También está vinculado con una buena salud de los riñones, del hígado y de la inmunidad. El ARA es un ácido poliinsaturado omega-6 graso. Es una de las grasas "buenas" que necesitamos para el esencial funcionamiento de nuestro cuerpo.
El yodo de la mantequilla, ayuda a cuidarnos por dentro, regulando nuestro colesterol. Al ser un alimento rico en yodo, también ayuda a procesar los hidratos de carbono, fortalecer el cabello, la piel y las uñas.
- La harina de trigo:
La harina blanca es muy rica en hidratos de carbono pero carece de los minerales y vitaminas que se encuentran en el germen y en el salvado.
Consúmela mejor integral.
El salvado, equivale al 14.5% del grano y contiene la mayor parte de fibra, vitaminas del complejo B y hierro. El germen, representa el 2.5% del grano, es rica en ácidos grasos esenciales, Vitamina E, vitaminas del complejo B y minerales como el magnesio, zinc, potasio y manganeso.
Tiene un índice glicémico bajo, es decir que una vez que se consumen se van integrando poco a poco al torrente sanguíneo lo que favorece una sensación de saciedad más prolongada y evita que haya exceso de insulina y/o glucosa circulante en la sangre.