Un grupo de investigadores israelíes acaba de dar a conocer el desarrollo de una máscara de inhalación para bebés, hasta la fecha, las máscaras de inhalación eran reproducciones en miniatura de las versiones para adultos, con las consiguientes complicaciones que ello supone. La cara de los bebés es muy pequeña y sus características nada tienen que ver con las de las caras de los adultos, son miniaturas que no encajan correctamente y resultan molestas para los pequeños.
Que las máscaras no encajen, además de provocar molestias, no son eficientes, pierden parte de su función terapéutica, por ello los expertos decidieron trabajar con la geometría métrica computacional, rama de la ciencia de la computación que estudia algoritmos que se expresan en términos geométricos. Esta ciencia ha permitido realizar un análisis facial de la cara de un bebé, a partir del esquema, los investigadores de la Universidad de Bar-Ilan (Israel) y especialistas del Hospital Ziv (Israel) han logrado crear una máscara de inhalación infantil perfecta, hasta el punto que contempla la posibilidad de que pueda ser utilizada incluso con el chupete.
El chupete tiene una doble funcionalidad en la máscara, además de calmar al bebé, la succión que realiza proporciona la presión necesaria que garantiza que la máscara se adhiera perfectamente, por lo que se incrementa significativamente su función terapéutica.
Para desarrollar la máscara, los expertos trabajaron con escáneres tridimensionales, se recogieron un gran número de imágenes en 3D de la cara de diferentes bebés a fin de obtener un patrón general que se adaptara perfectamente a cualquier tipo de cara infantil. Para obtener la información, el equipo de investigadores visitó varios jardines de infancia, previamente se explicó a los padres cuál era el cometido. Se obtuvieron más de 300 imágenes, una gran base de datos que junto a las fotografías reales de bebés realizadas, permitiría desarrollar una máscara infantil eficaz.
Posteriormente se clasificó toda la información obteniendo como resultado tres patrones o categorías principales, cada una de ellas corresponde a un modelo facial que representa las características comunes del grupo. El siguiente paso era augurar la posibilidad de que estas máscaras no se ajustaran a la cara de un bebé por unas particularidades específicas de su rostro, por ello seleccionaron una serie de características que en términos geométricos se alejan de la media de cada uno de los modelos faciales, adaptaron estas variables y así aseguraron que las máscaras de inhalación desarrolladas servirían para cualquier bebé.
El trabajo ha sido largo y complicado, pero los resultados merecen la pena, la calidad del aislamiento es óptima en todos los casos. La FDA (Food and Drug Administration) ha aprobado el uso de la nueva máscara y ya se ha iniciado el proceso de fabricación y comercialización, parece mentira que hasta el momento nadie hubiera pensado en ello, ahora las máscaras para los tratamientos médicos serán más efectivas y además, como se puede incluir el chupete, los bebés se sentirán más tranquilos.
Más información | Hayadan (Israel)
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Máscara de inhalación para bebés