Es rico en minerales, predominando el hierro, el fósforo, el zinc y el selenio; siendo estos dos últimos, importantes antioxidantes naturales.
La yema de huevo tiene un alto contenido en colesterol (grasa) y la clara es rica en proteínas y vitaminas hidrosolubles. Basándome en estas dos premisas y siguiendo con los posts sobre mascarillas caseras y naturales para la piel, hoy quiero presentaros dos mascarillas a base de huevo, una realizada con yema para pieles secas y otra a base de clara para pieles grasas.
¿Os apetece saber más? Vamos allá!!
MASCARILLA A BASE DE CLARA DE HUEVO Y HARINA DE AVENA PARA PIEL GRASA
Como he comentado antes, la clara de huevo es donde se concentran los aminoácidos esenciales (proteínas), colágeno y vitaminas del grupo B (hidrosolubles). Gracias a sus excelentes propiedades, más las de la avena, esta mascarilla es fantástica para, limpiar la piel en profundidad y cerrar los poros, a la vez que le aporta un efecto tensor a la piel (ideal para pieles algo flácidas).
Ingredientes:
1 clara de huevo
1 cucharada de harina de avena
Preparación:
Se aplica sobre la piel bien limpia y se deja actuar durante unos minutos (hasta que se seque o notéis la piel tensa).
Retirar bien con una esponja húmeda en agua fría.
MASCARILLA A BASE DE YEMA DE HUEVO Y ACEITE PARA PIEL SECA.
Ingredientes:
1 Yema de huevo
½ cucharadita de aceite
Un poco de jugo de limón
Preparación:
Mezclar la yema de huevo con la media cucharadita de aceite de oliva y un poco de jugo de limón (El limón es opcional).
Aplicar en el rostro durante unos cinco o diez minutos y enjuagar bien con una esponja o paño húmedo en agua fría.
Besos desde mi blog!!!