En el último número de la revista Woman, vi que consideraban Muscat como uno de los 12 destinos a visitar en 2012. Coincidencias de la vida, allí empecé yo el 2012. Estas Navidades para mi han sido un tanto atípicas, al sol, en un barco recorriendo los Emiratos Árabes y Omán. Y estos días poco a poco os iré mostrando las instantáneas que capte.
Hoy, un Postcard from Mascate, Oman, zocos, mezquitas y un mundo árabe por descubrir. Colores especiales, texturas y olores hacen de esta ciudad un destino para visitar. Mascate es la capital del sultanato de Omán. La primera parada, la Gran Mezquita del Sultán Qaboos, construida entre 1995 y 2001, de gran belleza constituida por cinco minaretes y una gran cúpula.
La sala de oración de los hombres alberga una gran lámpara de cristales de Swarovski, suspendida de la gran cúpula central. Se caracteriza por su gran tamaño y su impresionante belleza que hacen que no pase desapercibida y que dan carácter al gran espacio de oración.
De la mezquita al Zoco, calles estrechas, casi laberínticas, pashminas, incienso, y demás enseres que traer a casa de recuerdo. Disfruté viendo telas, pensando en comprarlas todas y en cómo traerlas, regateando a los comerciantes y toquiteando todo lo que me rodeada, sin duda una divertida mañana.
Otro lugar de gran presencia e interés es el Palacio del Sultán Qaboos, puntualicemos, uno de tantos. Su imagen característica y su gran belleza hace que sea otro imprescindible lugar para visitar.
Volver al barco, disfrutar de las vistas, y pensar en el siguiente destino. Así han sido mis vacaciones, un no parar, extraer lo mejor de cada sitio y pensar en si algún día volveré o no. Mascate, ¿Por qué no?
Y vosotros, ¿os animáis a coger un vuelo a Omán?
fotografía: @Eugeniota
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