Master Chef (II)

Publicado el 10 agosto 2016 por Alejandropumarino

Sigue sin gustarme ese concurso de televisión.

Su versión italiana dio un espectáculo lamentable en fechas recientes; no suelo ver ninguna de las versiones del programa, pero coincidió un momento en el que uno de los “jueces” del concurso, despreciaba hasta la vejación a uno de los concursantes, afeándole que tal o cual plato era una porquería, para azotarlo a continuación, en la basura.

En Madrid y otras muchas grandes ciudades, la gente pasa hambre, que se lo pregunten a la íunclita Carmena, que aumentó el número de famélicos en madrid hasta límites insospechados, primero estadísticamente y después realmente gracias a su gestión; a los hambrientos no les vendría mal el menú despreciado por el juez de un supuesto concurso de televisión. Puede que no mereciese encontrarse entre esa delicada y original oferta de las estrellas Michelín, pero tengo la absoluta seguridad de que sería útil para quitar el hambre. Claro que eso, para un cocinero reconvertido a artista, no es relevante. Algún error cometimos cuando la calidad de un restaurante la decide una marca de neumáticos de automóvil.