Lo nuevo de Mastodon me tiene bastante enganchado y también algo sorprendido por cuestiones que no son necesariamente buenas. Me explico: siguiendo la senda de su anterior trabajo y disco por el que empecé a interesarme en su carrera, el enorme (para mí) “The Hunter”, la banda de Atlanta ha continuado en su búsqueda de la melodía y de la inmediatez al tiempo que profundizando en el metal progresivo (claramente apreciable en este caso en el tratamiento de las guitarras, especialmente en los solos), abandonando a cambio parte de su anterior dureza y haciendo su sonido cada vez más accesible. El resultado es que “Once More ‘Round The Sun” es un disco de fácil escucha y que engancha casi a la primera, en el que las canciones más pesadas y tortuosas propias del sludge metal que los puso en el mapa conviven, sabiamente alternadas, con otras de una inmediatez y ligereza a las que no nos tenían acostumbrados. Ejemplo paradigmático de esto último es la contagiosa y luminosa “The Motherload”, cuyas voces casi agradables y melodía y estribillo casi pegadizos acompañando al vertiginoso riff llevan a la banda a bordear el terreno del pop, y en la misma línea, aunque sin llegar a ese extremo, otras como “Aunt Lisa”, “Halloween” o la que da título al disco. Mientras que por el lado más pesado o más denso no faltan tampoco sus tradicionales ladrillazos, entre los que destacaría la inicial “Tread Lightly”, la tremenda “High Road” con un riff de esos que no hace prisioneros o “Diamond In The Witch House”, que cierra el disco con una nueva colaboración de Scott Kelly de Neurosis. Quizá, lo que más me ha sorprendido y descuadrado de este trabajo es que no te da un segundo de respiro desde que empieza hasta que termina, ya sea con riffs más o menos pesados, melodías más o menos accesibles y voces más o menos asequibles, no levanta el pie del acelerador en ningún momento, siendo todo él un auténtico y apasionado torbellino de rock and roll… pero en el que, al menos yo, echo en falta esos medios tiempos atmosféricos y espaciales que sí estaban presentes en “The Hunter”. El veredicto, así pues, es que estamos ante un tremendo disco de pura adrenalina roquera absolutamente recomendable, en el que los “peros” no se los pongo a lo que contiene (todo está de puta madre) si no a lo que no contiene. Sólo por esas ausencias es por lo que no puedo considerarlo un trabajo completo y absolutamente redondo, aunque sí rotundamente disfrutable. No creo que tenga problemas para situarse entre lo mejor del año metálico por estos lares.