“mátame de frente”: miradas que se cruzan en un momento decisivo

Publicado el 17 agosto 2024 por Adriana Goni Godoy @antropomemoria

Por Gabriela Aguilera Valdivia
Escritora y tallerista

“Recuerdo que le disparé siete balas apuntándole en el pecho…pero como por un instinto natural… por no ver su mirada”
(pp. 76, Nelson Bañados)

Cincuenta años después del Golpe Cívico-Militar, Felipe Olivares y Claudio Vilches, dos jóvenes cientistas políticos, inician un camino investigativo hacia el corazón de uno de los tantos hechos deleznables perpetrados en los primeros días de la dictadura: el fusilamiento del sacerdote catalán Joan Alsina en el Puente Bulnes, en Santiago.

“Mátame de frente” da cuenta de la búsqueda de información acerca de este caso emblemático, que se inicia con algunos datos concretos que lo enmarcan. Uno de ellos, la punta del hilo, es que el Instituto Nacional Barros Arana (INBA) sirvió como espacio de acantonamiento del Regimiento N°3 Yungay de San Felipe, desde el 11 de septiembre de 1973 hasta el 4 de octubre de ese año. Fue lugar de detención, tortura y desaparecimiento de personas. Allí permaneció Joan Alsina después de ser detenido con otras personas en el Hospital San Juan de Dios hasta la noche de su fusilamiento, el 19 de septiembre de 1973. Muchos testigos concuerdan en este dato de veracidad, entre ellos, un capellán castrense.

La historia de Joan Alsina se enhebra con la de otros que sufrieron, murieron y desaparecieron a manos de los militares del Regimiento Yungay de San Felipe, durante el fatídico tiempo en el que estuvieron acantonados en el INBA y posteriormente en la Quinta Normal. Por ejemplo, la historia de Lucio Bagus, un funcionario del Hospital San Juan de Dios, hasta hoy desaparecido. Y la de Carlos Fariña, un niño de trece años detenido en su casa y que fue finalmente encontrado en una fosa en Américo Vespucio con San Pablo.

Es así como, a lo largo del libro, el lector puede entender la trama del tejido de muerte que ha estado oculta o invisibilizada. Sus puntos se unen, se imbrican y se funden, mostrándonos una imagen de terror, que no es ficción literaria o invento político. Aquello ocurrió. La crueldad, la perversidad y la posterior impunidad fueron bestias feroces que se movieron a su antojo en la noche dictatorial, desde el primer momento de ese 11 de septiembre.

El hilo de la historia relatada también recoge los puntos colgantes o perdidos de los cómplices (pasivos o activos), de los delatores. De los que, por razones personales, entregaron a colegas o vecinos. De los que callaron. De los que miraron a otro lado cuando estaban ocurriendo estos hechos. De los que contribuyeron al ocultamiento de la verdad. Quizás por legítimo miedo, quizás porque realmente no les interesaba. El “algo habrán hecho” permanece latiendo en las oscuridades que nos rodean hoy.

También están acá los perpetradores, con sus nombres completos y hasta sus fotos, documentos públicos verificables. Y los oficios de las investigaciones judiciales en que, cuando la Justicia consultaba por alguno de estos responsables, casualmente había un error de ortografía o de tipeo en el nombre, de manera que la respuesta era que esa persona no pertenecía al Ejército de Chile. Esta fue una de las tantas maniobras que garantizaron la impunidad de los asesinos del Estado.

Joan Alsina fue ejecutado en el Puente Bulnes por el conscripto Nelson Bañados y el capitán Mario Caraves, que dio la orden y estuvo ahí para verificar que la mano de su subalterno realizara la acción por él. Por cobardía o por la necesidad de proveerse de cómplices que no pudieran hablar después. Las palabras que dan título al libro fueron dichas por Joan Alsina en el momento en que Nelson Bañados se aprestaba a fusilarlo. Quedó como una frase lapidaria que sin embargo no conmovió a los perpetradores y se mantuvo con carácter de emblema en estos cincuenta años.

La historia de Joan Alsina, así como la frase, nos lleva al asunto del perdón. Para él, como para sus padres, el perdón era crucial. Su padre, antes de morir, escribió dos cartas en las que extendía el perdón que Joan Alsina entregó a sus asesinos en el Puente Bulnes. Una misiva era para el conscripto Nelson Bañados, que la aceptó, y la otra para el capitán Mario Caraves, que la rechazó, indignado.

La narración toma a ratos un tono de crónica y en otros momentos alcanza una atmósfera de intimidad envolvente, no exenta de asombro, cuando pareciera que ya nada puede asombrarnos. Los autores, aunque intentan mantenerse a la distancia impuesta por la estructura de la investigación, no pueden evitar estremecerse y se acercan emocionalmente a las historias de testigos y familiares que van entretejiendo, apoyados por documentos, fotos y datos fácilmente verificables. Esto lleva a que el libro se lea como una investigación propiamente tal, pero que al mismo tiempo sea el compendio de múltiples voces que se despliegan como una urdiembre que va mucho más allá de los casos en cuestión: el tejido alcanza al país entero cuando se unen los puntos con el hilo enhebrado de estas historias.

Los lugares de memoria están ahí, algunos quizás invisibles pese a placas, monumentos y acciones reivindicativas. A veces los ojos no ven y las verdades se pierden en buenas intenciones. Libros como “Mátame de frente”, asentados en un trabajo investigativo riguroso y comprometido con la verdad, abren las puertas para revisitar los espacios geográficos y simbólicos, mirar viendo la historia de nuestro país y recorrer valientemente, los senderos de las lágrimas de aquellos que dejaron su vida en nuestro territorio nacional, que aún sangra.

Ficha técnica
“Mátame de frente”, Ensayo, Felipe Olivares León y Claudio Vilches Maturana, Centro Iberoamericano de estudios Sociales (CIBES), 2023, 338 pp.

Reseña del libro «Matame de Frente»

El golpe militar ocurrido el 11 de septiembre de 1973 sigue siendo un capitulo abierto de la historia de Chile. En la actualidad se estima que aun hay 1.248 personas en calidad de detenidos desaparecidos, cuyos restos aun no han sido localizados, no se sabe como murieron, lo que sufrieron…. Investigar sobre los terribles hechos ocurridos durante la Dictadura Militar es un deber etico que ha de contribuir a que muchas personas obtengan consuelo y, tambien, para que la sociedad chilena tome conciencia de que hechos como los que desvela esta investigacion nunca deberian repetirse. Matame de frente es el resultado de una rigurosa investigacion que se centra en los dramaticos hechos ocurridos en la comuna de Quinta Normal de Santiago, cuando el Regimiento Yungay de San Felipe se acuartela en esta comuna durante las semanas que siguen al golpe de Estado. Se relata la tortura y muerte del sacerdote español Joan Alsina -cura obrero llegado a Chile en el año 1967-, y la de otros trabajadores del Hospital San Juan de Dios, personas que jamas empuñaron un arma, asi como los abusos y asesinato de un niño de 13 años. En el Internado Nacional Barros Arana (INBA), uno de los establecimientos tomados por el Regimiento Yungay de San Felipe, nunca se asumio formalmente lo ocurrido alli durante los meses de septiembre y octubre de 1973. Hasta ahora era una verdad de la cual no se hablaba. Parte de esta investigacion explica en detalle lo ocurrido en aquel centro durante su ocupacion por el Regimiento Yungay de San Felipe. No se sabia nada sobre lo que paso dentro del INBA. Esta investigacion ha podido recabar antecedentes que no se conocian y publicarlos en este libro. Un testimonio recogido en esta obra, ocurre cuando el conscripto Nelson Bañados se dispone a cumplir la orden de fusilar al cura Joan Alsina y este le dice: Matame de frente, para poder darte el perdono. Parte de esta frase da titulo a este libro.

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