Aviso de que el tema es escabroso y que puede herir muchas sensibilidades.
Soy consciente de que hace menos de una hora que he subido una entrada. Soy plenamente consciente y que podría dejar esta entrada para mañana, guardada en borradores. Pero sencillamente no puedo. Vengo completamente indignada y tengo que sacar esto por algún lado. (Y los 140 caracteres de twitter me parecen pocos. Muy pocos).
El caso es que me acabo de quedar anonadada ante una noticia que, como siempre, os dejaré al final de esta entrada. El tema en cuestión me toca mucho los ovarios, y por el título de la entrada, seguro que os imagináis por donde van los tiros.
¡Jóvenes de... quince años, más o menos, pegándole una patada a un gatito, haciendo el animalito se eleve hasta dos plantas, caiga al suelo y acabe muriendo!
¿Pero estamos locos o qué coño pasa?
¡Que es un ser vivo! ¡Que los animales siente y padecen! ¡Que el sufrimiento animal no debe ser motivo de diversión! -Cosa que también extrapolo a los toros, que estoy en contra de ellos, pero que esto será motivo de otra entrada-
¿Qué mierda lleva a dos jóvenes, el que propina la patada y el que graba "la hazaña" a coger a un animal indefenso y matarlo? ¡Que he visto el jodido vídeo, que encima se ha dedicado ha publicitar como si estuvieran orgullosos de ello! ¡Que encima colocan al animal, al gato, que está acojonado, asustado, que quién sabe que más le han hecho que no se ve en el vídeo! ¡Que lo colocan para prepararse y golpearlo!
En serio, no se me pasa por la cabeza el sentimiento de diversión, porque se escuchan las carcajadas de estos niñatos, mientras torturan a un gato. ¿Qué puta diversión es esa?
Cosas como está me convierten en una persona misógina, sin fe en el ser humano. Sin fe en la juventud, porque esta es la juventud que nos estamos encontrando.
Por fortuna, PACMA, el partido animalista, y el SEPRONA ya están metidos en el asunto, buscando si estos gilipollas tienen más de catorce años, porque de ser así, la ley les considera responsables por sus actos.
El enlace a la noticia está por aquí