Cuando se acercaba a los trece años, mi hermano Jem sufrió una peligrosa fractura del brazo, a la altura del codo. Cuando sanó, y sus temores de que jamás podría volver a jugar fútbol se mitigaron, raras veces se acordaba de aquel percance. El brazo izquierdo le quedó algo más corto que el derecho; si estaba de pie o andaba, el dorso de la mano formaba ángulo recto con el cuerpo, el pulgar rozaba el muslo. A Jem no podía preocuparle menos, con tal de que pudiera pasar y chutar.
Cuando hubieron transcurrido años suficientes para examinarlos con mirada retrospectiva, a veces discutíamos los acontecimientos que condujeron a aquel accidente. Yo sostengo que Ewells fue la causa primera de todo ello, pero Jem, que tenía cuatro años más que yo, decía que aquello empezó mucho antes. Afirmaba que empezó el verano que Dill vino a vernos, cuando nos hizo concebir por primera vez la idea de hacer salir a Boo Radley.
Así empieza Matar a un ruiseñor, una novela escrita por la escritora estadounidense Nellie Harper Lee por la cual le fue concedido el premio Pulitzer. Lee solo ha escrito esta novela y vive retirada sin conceder entrevistas. Para los que hayan visto la película Capote (2005) protagonizada porPhilip Seymour Hoffman quizá recuerden al personaje de la asistente de Capote interpretado por la gran actriz Catherine Keener, es el personaje que lo acompaña por primera vez al pueblo de Kansas en donde se ha producido el múltiple asesinato, pues es nada menos que Nellie Harper Lee. En la película no se nombra la obra, por lo menos que yo me acuerde, aunque se habla de que ella esta a punto de publicar un libro.
Matar a un ruiseñor narra unos hechos acaecidos, con ligeras variaciones, en el pueblo natal de la autora en 1936 situado en el sur de los Estados Unidos en donde un hombre negro es acusado de violación a una blanca. Toda la novela esta escrita desde el punto de vista de un niña llamada Scout cuyo padre es el abogado, Atticus Finch, que decide ejercer de defensor en el juicio que se celebra en contra del presunto violador llamado Tom Robinson. La novela, ademas de ser un alegato en contra del racismo y a favor de la integridad del ser humano, es una maravillosa visión del mundo, que todos hemos experimentado, desde una perspectiva infantil: los juegos, las aventuras, el aburrirse en verano, los miedos, el descubrimiento…No os cuento más, vale la pena perderse en sus paginas. Os podéis bajar la novela en este enlace de QuedeLibros.
Y como no me puedo estar de añadir algo del tema audiovisual os incluyo un enlace para que podáis ver (o bajaros) la película del mismo nombre protagonizada por un inmenso Gregory Peck en el papel del abogado Atticus Finch y dirigida por Robert Mulligan. Es una de las contadas ocasiones en donde una adaptación cinematográfica es casi igual de buena que la novela original. Una película imprescindible.