Matemáticas y astronomía en el Museo de la Técnica en Praga

Por Angelrequena

Un gran edificio moderno elevado sobre la orilla izquierda del Moldava acoge al Museo Nacional de la Técnica. Una sala enorme que ocupa toda la altura del edificio se dedica a la automatización del transporte: bicicletas, motocicletas, automóviles, barcos, locomotoras, globos y aviones. Es lo más espectacular pero el museo guarda un gran tesoro: los instrumentos astronómicos de la época de Tycho Brahe y Kepler y los matemáticos del Clementinum, el colegio universitario jesuítico de Praga.

El museo tiene salas muy didácticas como la de Ilusionismo de la tercera planta con todo tipo de paradojas ópticas y anamorfosis, pero todo ello queda eclipsado cuando se llega a la sala de la Astronomía, que debería llamarse de astronomía y matemáticas.

Hay dispositivos de cálculo logarítmico, calculadoras mecánicas, compases de proporción y uno de los tres únicos Organum mathemáticum que se conservan.

El Organum mathematicum (1661) fue un invento de de Athanasius Kircher, el imaginativo astrónomo y matemático jesuita. Se trata de un arca que contiene tarjetas de distintos colores para las diferentes disciplinas que formaban parte de las matemáticas en su época: aritmética, geometría, fortificación, cronología, gnomónica, astronomía, astrología, esteganografía (cifrado), y música. Las tarjetas son un resumen de materias y operaciones que eviten cansar la mente con cosas rutinarias. El organum de Praga tiene 24 tarjetas para cada una de las nueve disciplinas y es idéntico al arca del Museo Galileo de Florencia. Los Organa fueron una especie de canon de la enseñanza práctica de las matemáticas en los colegios de la Compañía.

Esferas armilares, grandes cuadrantes y sextantes, relojes solares… son todos objetos de extraordinario valor. La vista de la sala “astronómica” es adentrarse en el apasionante mundo de la revolución científica y los avances matemáticos que se produjeron.

La propia estética del recinto “astronómico” es totalmente diferente del resto del museo: las otras salas son modernas y claras, la sala matemática está en penumbra con iluminación local y fondo oscuro. Todo muy cuidado para sentir la emoción de estar ante unos momentos cumbres de la humanidad.