A su vez, podemos distinguir, tomando en cuenta la propuesta de Celso Furtado, en las economías latinoamericanas tres grupos de países:
a- Exportadores de productos agrícolas de clima templado.
b- Exportadores de productos agrícolas de clima tropical.
c- Exportadores de minerales.
Hacia una economía exportadora y dependienteLa actividad económica por excelencia será la agrícola y aquellas relacionadas con la explotación de la tierra, sistema de producción que es herencia del pasado. Se dará un gran crecimiento del valor de la tierra, especialmente con las inversiones en construcción de vías de comunicación. La explotación y distribución de la tierra se basará en el latifundio que constituye una unidad familiar y una unidad de producción. Ser dueño del mismo significaba tener riqueza, ingreso, prestigio social y poder político. Recibieron el nombre de hacienda en México, estancias en el Río de la Plata o fazendas en Brasil. Se especializaban, la mayoría de ellos, en un solo producto y el régimen será el de monoproducción o monocultivo. El objetivo era producir y transportar con rapidez productor para el consumo de los centros industriales europeos, lo que llevó prontamente a la especialización en torno a los productos demandados, por ejemplo: café, azúcar, algodón, carne, salitre, cobre. El monocultivo representó una forma destructiva de explotación de la tierra: no se tomaron medidas para conservar la riqueza del suelo, agotándose; obligó a traer alimentos de otras zonas a precios elevados; bosques enteros fueron arrasados y la población nativa desplazada. Además, determinará una situación de dependencia de las economías locales respecto al mercado internacional. Si los precios internacionales bajaban o desaparecía la demanda de un producto americano, sobreviene la miseria más atroz y el hambre. La escasez de alimentos surgió como consecuencia del exclusivismo de plantar productos de exportación limitándose al mínimo los de subsistencia. El desarrollo fabril europeo, tras la Revolución Industrial, contribuyó a inundar el mercado americano de mercaderías muy variadas a precios más bajos que las producidas aquí. Ésto enriquece a las ciudades y a los puertos así como a la clase mercantil que se dedica a la importación y exportación. Desde el punto de vista comercial, se logró en este período, la vieja aspiración colonial, el librecambio. Pero las consecuencias negativas será la ruina de las artesanías locales que no pudieron competir con la producción europea en gastos y costos. América se dedicó más a consumir que a producir y nuestras economías exportadoras no pudieron iniciar su desarrollo industrial dado el libre comercio y la ausencia de medidas proteccionistas para la producción local.
El impulso económico de la segunda mitad del siglo XIXEl impulso económico será de carácter mundial, crece el sistema bancario y la producción fabril con la 2da. fase de la Revolución Industrial. Inglaterra será el centro del sistema capitalista mundial y crece la demanda de alimentos y materias primas. El objetivo del capitalismo europeo era producir más y transportar con mayor rapidez productos para el consumo. La producción americana, creció en lo que se llamó hacia afuera, pués creció no para beneficio de la región sino de unos pocos productores locales y para los centros industriales y financieros de Europa. Desde el exterior se fijarán los precios y la demanda, además los europeos otorgarán empréstitos y realizaron inversiones en obras públicas e industrias en las repúblicas latinoamericanas.La clase dominante de cada país es la que posee el control económico, por eso el capital extranjero se apoyó en las oligarquías locales, procurando la rentabilidad de su dinero.El impacto del capitalismo en América Latina no consiguió alterar en su totalidad la estructura social heredada de la época colonial. La sociedad terrateniente y señorial, lejos de ser modificada por el crecimiento hacia afuera y la introducción del capital extranjero y el contacto con el mercado mundial, se acomodó a la nueva situación. Los hacendados serán los personajes dominantes en las sociedades rurales: la propiedad de la tierra les asegura riqueza, poder y prestigio. En las ciudades, los hacendados junto a grandes comerciantes, profesionales prestigiosos forman la clase alta, una minoría que monopolizaba los cargos políticos y administrativos, los grados superiores del ejército y el alto clero. A esta clase se integran inmigrantes calificados de origen británico y francés (comerciantes, ingenieros, profesionales). A pesar de la riqueza de los recursos, la pobreza de una gran masa de la población rural y urbana y la dependencia estaban implantadas en América Latina.
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