Material profesional y material cicloturista

Por Alejandro
Una de las cosas que suceden en el deporte, como en otros muchos (o más bien demasiados) aspectos de nuestra vida diaria, es que siempre buscamos tener el mejor material, y muchas veces no miramos si realmente es el material, en este caso deportivo, que nosotros, más que buscar, necesitamos. Así, es muy normal ver a gente dentro del mundo del ciclismo, que no pasa de los 1000 kilómetros con bicicletas que sí pasan de los 3500 ó 4000 euros. Curiosa escena, pero se repite muy a menudo. También se ve a algunos ciclistas de competición con bicicletas que están sobre los 1500 euros. Ahí algo que falla... O depende cómo queramos mirarlo... Aunque lo del hombre de la bici de 4000 euros no es muy coherente.
Por lo general, queremos material cómodo, ligero si puede ser, bonito, que destaque del resto. Por eso, nos fijamos en el material  que llevan los profesionales. Fibra de carbono, material de ultima generación, modelos de alta gama, zapatillas que no pesan, cascos muy vistosos (pero que, en muchos casos, dudo de su protección)... En definitiva, mucho dinero invertido. Nosotros nos fijamos en eso, en esos detalles que llevan los profesionales. Todo es muy bonito y se nos mete por los ojos. Pero, ¿ese material es apto para nuestro uso? Lo dudo.
Los materiales que llevan los ciclistas profesionales están hechos expresamente para competir, no para un uso vamos que podemos llamar "decente". Yo por decente interpreto salir tres, cuatro, cinco o hasta seis días semanales por el mero hecho de disfrutar, pasarlo bien y no competir. Lo que en esto del ciclismo se denomina cicloturismo. Entiendo que si nosotros hacemos 25.000 kilómetros al año y vamos a marchas como, por ejemplo, la Quebrantahuesos para estar entre los primeros clasificados, busquemos sacar el mayor rendimiento al entrenamiento y los componentes, busquemos un material que sepamos que nos puede aguantar, ahí están los modelos de los profesionales. Pero, ¿esto es cicloturismo? Me da que no. Los cicloturistas (y, aunque salgo poco en bici y aún no hago marchas cicloturistas, me meto en este saco), buscamos no sacar el máximo partido a la bici, sino tener un material decente, que sepamos que nos va a aguantar los kilómetros que le vayamos a hacer y que podamos tirar con ella varios kilómetros, algo que, durante los últimos años, es más que complicado para poder encontrarlo, pues las marcas quieren vender rápido una bici y las fabrican para que duren poco tiempo. Algo así como "tantas pedaladas y a por una nueva".
¿Y las lesiones? No necesariamente por llevar una bici mejor tendremos menos posibilidades de lesionarnos. Ahí interviene la geometría y biomecánica. Ya podemos llevar una bici de carbono de tal equipo, que si la posición no es la correcta, acabaremos muy mal, lesionándonos. Yo entiendo que en algunas cosas como una cadena o unas ruedas (siempre que no sean de carbono, a lo que ya le dedicaré un artículo también) nos gastemos un poquito más de dinero para ir cómodos, pero siempre dentro de lo que nosotros vamos a salir en bici.
Entonces, ¿por qué buscar un material caro si, por menos dinero, podemos encontrar muchas cosas decentes? ¿Por qué tirar así el dinero? Un posible "borrego" que dirían los autores de "La crisis de los borregos".