Mathiveri, esencia local en Maldivas

Por Alberto @k_lero82

Mathiveri, esencia local en Maldivas

on 16/09/2017

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Mathiveri, esencia local en Maldivas

Mathiveri ha sido la primera isla que hemos visitado en nuestro último viaje a Maldivas en verano de 2017. Era nuestra primera vez en el Atolón Ari y nos daban igual las horas que tardásemos en llegar, ¡seguro que merecía la pena! Por fin, tras las 15 horas de avión, con su correspondiente escala de 5 horas en un aeropuerto, llegamos a Malé, la capital de Maldivas. ¡Estábamos tan ilusionados como cuando vinimos por primera vez! Cogimos el ferry del aeropuerto hasta la capital y de ahí caminamos unos minutos hasta el famoso Jetty no 6, el muelle desde el que saldría el speed boat que nos llevaría al Atolón Ari. Como quedaban todavía unas horas desayunamos en un restaurante cercano. Pedimos mashuni, el famoso desayuno maldivo… ¡ya estábamos en Maldivas de nuevo!

Llegó por fin la hora de salir hacia Mathiveri. Nos montamos en el speed boat y nos acomodamos para un placentero viaj… no, de placentero, nada. En temporada baja existe la posibilidad de que el mar esté más revuelto y ese día nos tocó; los viajes en speed boat en este caso pueden ser peores que una atracción de feria vieja y oxidada. Los primeros 10 minutos fueron divertidos, con los saltos, los vaivenes… hasta que te mareas, te haces daño en el cuello o alguien vomita (no fue el caso, por suerte). Si eres de estómago sensible, lleva pastillas para el mareo, si no, pueden ser dos horas muy largas. Por el camino fuimos viendo varios resorts de Maldivas.

Como decía, tardamos dos horas en barco rápido hasta Mathiveri, con la compañía NEVI. Paramos en dos islas antes, Ukulhas y Bodufolhudhoo. La opción económica pasa por ir en ferry público, pero desde Male hasta Mathiveri tarda 6 horas y no sale todos los días. Puedes encontrar todos los detalles de horarios  y alojamiento en la pestaña superior de este mismo post llamada “DATOS PRÁCTICOS”.  Al llegar a la isla nos estaban esperando los chicos de nuestro alojamiento, el Riveli Retreat; nos dieron la habitación enseguida y nos dispusimos a echarnos la siesta más larga del año. Nos estuvimos debatiendo entre explorar la isla, ir a la playa o dormir… creo que en 10 segundos habíamos tomado la decisión. Al despertar dimos un paseo y cenamos. No sabíamos aún qué opinar aún de la isla.

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Al día siguiente seguimos explorando Mathiveri; aunque bastante parecida a las demás islas de Maldivas, quizás sea algo más bonita que las visitadas anteriormente, con árboles y vegetación como no habíamos visto en el país… Desde luego Mathiveri es mucho más local, la gente es reservada, te miran de soslayo… Lo primero que pensé fue que Mathiveri no era para todo el mundo, ya que a simple vista tenía poco que ofrecer, que era simple, que no tenía nada, ni casi infraestructuras ni apenas turismo; pero ahí precisamente radica su encanto. Ese encanto tan escondido, tan difícil de apreciar y que cuando lo encuentras solo puedes caer rendido a sus pies. Así es Mathiveri. Te das cuenta de que no todo está hecho por y para ti, sino que has de adaptarte a ella, y de repente caes en la cuenta de que eso es exactamente lo que puede que busques al viajar. También te das cuenta de que eso no es lo que todo el mundo busca, o al menos no siempre, y te reafirmas en que Mathiveri no es para todo el mundo.

Tras pasear por sus calles despertando miradas curiosas, llegamos a la playa.  Es justo lo que esperas de una playa en Maldivas, arena blanca e innombrables tonos de azul tan característicos de este país. Qué callado te lo tenías, Mathiveri. Y como una imagen vale más que mil palabras…

Pero la sorpresa vino después. Fui a meterme al agua hasta que, cuando esta me llegaba por los tobillos, algo se movió muy cerca de mí. ¡Rayas! Pequeñas rayas descansaban sobre la arena, tan tranquilas, bonitas y elegantes.

Esta playa es bikini beach y cada alojamiento ha puesto varias tumbonas a disposición de los clientes. Un bonito detalle, además cuando sube la marea apenas queda arena donde poner la toalla y la tumbona viene fenomenal.

Tras esto, decidimos ir haciendo snorkel hasta la picnic island. Para llegar hay que ir hasta el otro extremo de la isla, donde no hay playa, solo rocas, y  cruzar nadando un canal con algo de corriente. La verdad, fue un poco decepcionante. El islote es muy bonito, pero había bastante basura, traída por la corriente y que la gente local no limpia. El snorkel alrededor estaba bien, sin ser espléndido. El fondo es principalmente arena, por lo que se pueden ver algunos peces nadando, alguna cría de tiburón, y poco más. Si hay otras zonas mejores, no las encontramos.

Tras esto volvimos al alojamiento. De camino veíamos mucho trasiego por las calles, los vecinos del pueblo se habían vestido con sus mejores galas, de los distintos alojamiento salían familias maldivas enteras… ¡nos enteramos de que había una boda! La novia era de otra isla y por eso había tanta gente de fuera (los alojamientos estaban llenos hasta la bandera). Pasamos por el colegio, donde tenía lugar el banquete, y alucinamos con el derroche y el despliegue de medios para la celebración. Estuvimos poco tiempo, al fin y al cabo, en Maldivas no pasa como otros países donde te invitan a una boda porque tu piel blanca da estatus al sarao; aquí les da igual, si quieres unirte bien, si no también. Así que nos fuimos. La siguiente isla local será la vecina Ukulhas, también en el North Ari Atoll.

En resumen, Mathiveri tiene sus pros y sus contras. A favor tiene que es muy local, que no tiene mucho turismo y que verás bien como es una isla local de Maldivas. La playa también está muy bien, bastante virgen aunque con una zona de arena estrecha. En contra, que por el mismo motivo no está demasiada preparada para el turismo, los alojamientos son sencillos y no hay muchas opciones de comida. También resulta pesado llegar hasta aquí, el viaje es largo y caro; algo similar ocurre con las actividades en la isla, son algo más caras que en otros lugares por no haber apenas competencia.

Aparte de esta información práctica, en este post tenéis todo lo que hemos recopilado sobre cómo viajar a Maldivas.

Alojamiento

Nosotros nos alojamos en la guesthouse Riveli Retreat. Es un alojamiento nuevo, que cuenta con varias habitaciones repartidas en dos pisos, amplias, en perfecto estado y limpias. Es un lugar sencillo pero cómodo. Nosotros teníamos balcón con vistas al mar y al palmeral de la isla, una maravilla. El sitio, por lo general, es muy recomendable. Organizan excursiones.

Nos pasamos también por el Mathiveri Inn y era algo más sencillo, se veía un poco más viejo y oscuro. Existe también en la isla un alojamiento llamado Casa Mia, es una especie de hotel más tipo resort (pero sencillo) ubicado en isla local. Los precios son bastante más altos y suelen ofrecer pensión completa. Por supuesto, aún siendo un alojamiento de más categoría las leyes Maldivas respecto al alcohol, etc, se siguen aplicando, a diferencia de lo que ocurre en los resorts que están ubicados en su propia isla privada. Tiene piscina.

Transporte

Puedes llegar a Mathiveri en ferry público, en speed boat o en hidroavión, según tu presupuesto y el tiempo que tengas. El speed boat o el hidroavión no puedes contratarlo con antelación por tu cuenta.

El ferry desde Malé a Mathiveri sale desde el Petrol Jetty, al suroeste de la ciudad, cerca de la terminal de ferry Villingili, pero esto no es fiable ya que cambian de vez en cuando y sin previo aviso. Si vas en taxi, el conductor debería saber dónde es.

Horarios del Ferry Público (pueden cambiar o cancelar servicios sin previo aviso):

Malé (9:00) -> Mathiveri (15:00) : Martes – Jueves – Domingo

Mathiveri (8:40) -> Malé (14:00) : Lunes – Miércoles – Sábado

Comida

Desayunamos los dos días en el hotel porque lo teníamos incluido. Elegimos mashuni. El zumo que se ve en la foto es tipo Tang, no natural (no es habitual que te incluyan zumo natural en los desayunos de las islas locales).

En Mathiveri hay varias opciones para comer: una pizzería y un par de restaurantes locales. No ponemos el número exacto porque esto cambia cada poco y no queremos dar información errónea. Tampoco podemos recomendar ninguno porque comimos siempre en el alojamiento, entre la boda y el jet lag no pudimos probar los restaurantes locales. Imagino que serán como los clásicos restaurantes locales maldivos.

Buceo en Maafushi

Elite Divers es el centro de buceo de Mathiveri. Están asociados con el alojamiento Riveli Retreat. Hay varios puntos interesantes de buceo en la zona, con posibilidad de ver mantas. Conviene reservar con antelación porque al ser tan local, en caso de no tener clientes es posible que no haya nadie en el centro de buceo (ni siquiera en la isla).

Excursiones y tours

Si quieres hacer excursiones y actividades en Mathiveri las tendrás que contratar con tu alojamiento, no hay ninguna agencia en la isla.

Souvenirs

Hay alguna tienda de souvenirs en la isla, otra cosa es que las encuentres abiertas.

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