En estos días de intenso trabajo sonoro de “Abrázame”, ya en las manos del productor e ingeniero Adán Latonda, estoy gozando de lo lindo en el estudio. Asistiendo a la transformación de lo rodado en película, contemplando como cada segundo de “Abrázame” fluye hacia una misma dirección, un único propósito: conseguir la carcajada del respetable.
Días de contactos interesantes, como los del periodista, ya amigo, Vicente Serrano y la productora Pepa Carretero, ambos amables y extremadamente generosos conmigo.
Tras el montaje ha llegado el turno, de nuevo, de Javier Serrano, el director de fotografía por el que profeso verdadera devoción: en breve etalonará los planos que sean necesarios con su habitual pulcritud e infinita paciencia.
La orquesta afina instrumentos.
Es la hora de los matices.
Nos acercamos al final del camino, o al principio, según se mire.
¡Dios, como adoro a esta profesión!
Julián Teurláis, Javier Gurruchaga y Kiko Gutiérrez, en un fotograma de ABRÁZAME.