"Matilde Landa", Barricada

Por Mikel

Hoy, de nuevo, voy a contaros una historia, la de Matilde Landa. Pese a que su nombre os resultará extraño a muchos, esta valiente mujer fue una de las figuras más destacadas de la lucha femenina contra el franquismo, todo un ejemplo de coraje y compromiso.
Matilde nació en mi querida Extremadura (Badajoz para ser más exactos) en 1904, en el seno de una familia adinerada y de alto nivel cultural. Su padre era un político republicano famoso en la región, y además, un tío suyo, un gran amigo de Antonio Machado. A diferencia de la mayoría de jóvenes de su generación, Matilde pudo estudiar bachillerato en su ciudad, y a los 19 años se mudó a Madrid con la intención de hacer la carrera de Ciencias Naturales. Ya durante la Segunda República comenzó a interesarse por la política y terminó afiliándose al PCE cuando la situación en el país se volvía tensa a más no poder.
Cuando la guerra estalló el 18 de julio de 1936, lo primero que hizo Matilde fue ponerse a trabajar en un hospital sanitario para asistir a los primeros heridos, pero tardó poco en pasarse al Socorro Rojo, donde colaboró en la evacuación de algunas ciudades. El Gobierno de la República contó con sus servicios en el Subsecretariado de Propaganda del Gobierno, y comenzó a recorrer el país dando discursos para subir el ánimo de las alicaídas y mermadas tropas republicanas. Tal era la fuerza y energía que transmitía Matilde en discursos, que el mismísimo Miguel Hernández le dedicó un poema, A Matilde...
Cuando los sublevados se hicieron con el control definitivo de todos los frentes y tomaron Barcelona y Madrid, el PCE, que se desmoronaba en pedazos, encargó a Matilde la imposible misión de reorganizar el partido en el interior, pero fue rápidamente apresada y conducida a la cárcel de Ventas. En prisión se dejó la vida por sus compañeras, defendiéndolas y protegiéndolas como podía. Colaboró en la creación de la "oficina de penadas" después del terrible suceso de las Trece Rosas, y se convirtió en su miembro más destacado. En un principio fue condenada a muerte, pero gracias a la intervención del filósofo García Morente la pena fue reducida a treinta años finalmente. Como era considerada una agitadora y elemento peligroso para el nuevo régimen, decidieron trasladarla a la temida cárcel de Palma de Mallorca, donde, una vez más, se convirtió en el apoyo que tanto necesitaban cientos de mujeres desesperadas.
Las autoridades religiosas, visto el valor político y moral de Matilde, decidieron darle un escarmiento que serviría para aleccionar a la gente, bautizarla. Matilde, fiel a sus principios, se negó rotundamente ser bautizada, y por ese motivo llegaron las palizas, torturas y presiones con el fin de que accediera a convertirse al cristianismo en un acto público que supondría todo un tanto para la iglesia de la posguerra. Matilde se mantuvo firme, pero tanta presión acabó afectándole anímica y psicológicamente. Cuando ya se había decidido bautizarla con o sin su permiso, decidió lanzarse al vacío, perdiendo la vida en menos de una hora. Corría 1942 y Matilde, después de tres años en prisión, decidió ser fiel a sus ideas, aunque tuviera que acabar con su vida para ello...
Los eternos Barricada, como sabeís, han publicado un disco que gira en torno a la Guerra Civil española, y una de sus canciones habla precisamente de la protagonista de nuestra historia. En el video que quiero compartir con vosotros, grabado por los amigos de El Músico Digital, el Drogas, el Boni y compañía la interpretan en acústico en el Cementerio de la Almudena, junto al monumento a las Trece Rosas, y, la verdad, me resulta de lo más emotivo...