El recien electo grupo parlamentario del PSC se está labrando una fama de frikis de la política que es alarmante. Comenzando por el gobierno de unidad donde el President no sea Artur Mas, pasando por el pacto de reforma constitucional con Rajoy (supongo que porqué Rubalcaba ya se ha olvidado de su promesa en las elecciones catalanas), y ahora con la elección del portavoz del grupo parlamentario.
Problemas de base política
Maurici Lucena representa la ideología económica de los últimos años de Zapatero, llegado de la mano del ministro Sebastián, forma parte de ese conjunto de “economistas brillantes” que dieron ideas tan geniales como que reducir impuestos es de izquierdas o que devolver 450€ a los declarantes era keynesiano. En plena campaña en un acto con empresarios y autónomos llegó a declarar que la legislación laboral era un engorro para la actividad económica y que esta debería ser reducida al mínimo y se declaró favorable a reducir los servicios del estado del bienestar. Su ideología económica podría ser compatible con la del Club Hayek, más que con una visión neokeynesiana o postkeynesiana, más típica de la socialdemocracia.
Es sorprendente como en una legislatura que queremos ser el partido central de la oposición (y será difícil por la posición prevalente de ERC), en una legislatura que será de más recortes, más paro y más aplicación de la austeridad suicida, pongamos como portavoz, no ya de temas económicos, sino del grupo parlamentario, alguien que ya ni tan siquiera es “chicaguista” sino “austriacista“. Cuando tal vez lo que necesitaríamos es un cierto discurso reformista, arriesgado, pero claramente socialdemócrata. Cuando el portavoz del supuesto partido socialdemócrata de Catalunya le pasa hasta por la derecha a FEDEA, tenemos un serio problema. Le estamos cediendo el espacio centro-izquierdista socialdemócrata a ERC.
Bastantes de mis compañeros de partido consideran que Rocío Martínez-Sampere es una diputada “bastante social-liberal” y algunos de los tiras y aflojas que ha sufrido internamente están relacionados con esta percepción, lo que me sorprende es no ver como se alzan las voces cuando ponemos alguien bastante más a la derecha que Rocío, que no se alarmen por este extravagante giro a la derecha en la portavocía del grupo parlamentario, sobretodo con la cantidad de cuadros políticos en la ejecutiva del PSC y de dirigentes territoriales aparentemente tan encuadrados en el ala izquierdista. Lo que me hace temer que su posicionamiento es bastante retórico.
Un error técnico
Ser portavoz de un grupo parlamentario no es un trabajo que pueda ejercer cualquiera. Alguien que no conoce los vericuetos del Parlament andará perdido, cuando le reprochen en debate parlamentario que aquello por lo que está reprochando al gobierno es lo mismo que votó el grupo parlamentario socialista hace 6 años no tendrá margen para saber si eso es cierto o no. Tendremos un portavoz que será como un portero de escayola, le van a colar todos los goles que quieran. Ser portavoz de un partido que pretende ser serio requiere una cierta veteranía que otros diputados (como el mismo Collboni, que ha sido defenestrado del puesto de portavoz a favor de Lucena) tienen. ¿Cuánto tiempo tardará Lucena en dominar las artes del Parlament? Ni aunque fuera un estadista en ciernes tardaría menos de un año o dos.
Además Lucena no se ha mostrado muy ágil en la capacidad dialéctica, la prueba fue en la entrevista que le hicieron recien nombrado candidato en la que se negó a dar respuestas a las preguntas que le hacían. La clave de que la misma dirección consideró que era un mal portavoz es que se le retiró a un muy segundo plano durante el resto de la campaña.
El PSC está acostumbrado a hacernos comulgar con ruedas de molino poniéndonos candidatos con poco tirón y con menos carisma que el gato de Gargamel, pero en este caso creo que se ha excedido y esta ya hay muchos que no nos la tragamos.
Supongo que en el PSC vamos tan sobrados que podemos tener 3 diputados de los 20 dedicados a hacer más de alcaldes que de diputados, y que podemos permitirnos tener al portavoz en rodaje durante un añito o dos… a la vez que diputados clave, relativamente jóvenes y con experiencia, los que pueden aportar el toque de calidad, se les han ido pateando políticamente y relegando a funciones secundarias. Lo ideal para lanzar adelante un proyecto de oposición claro y fuerte desde el minuto 0.
Solo explicable en clave interna
Que Lucena sea el portavoz solo responde a una lógica interna de poder. Por un lado es un tipo que es muy favorable a los intereses de Carme Chacón, y en la actual estrategia del “Nou PSC” de convertirnos en un consulado del PSOE Chaconista, al servicio de los intereses personales y políticos de la compañera Carme es una acción bastante coherente. Así la posible candidata, Carme Chacón y su equipo, tienen controlado lo que hace el grupo parlamentario del PSC en Catalunya, no sea que se les desmande y sean capaces de hacer algo interesante para ser relevantes en Catalunya a costa de restarle una décima sus posibilidades personales.
Por otro lado a la muy mediocre dirección del PSC (en la que se incluyen bastantes dirigentes intermedios y territoriales), llena de personajes solo interesados en mantener su silla y sobretodo mantener el control en el partido no se pueden permitir que haya diputados con capacidad crítica y criterio propio como portavoces o en puestos relevantes.
La única solución la revolución interna
Este último gesto, que demuestra claramente que la actual dirección del PSC y los que controlan los hilos del poder en lugar de vivir en Catalunya deben estar viviendo en Ganímedes, que actúan como una élite extractiva de los activos del partido para su disfrute personal y para mantener su poder solo merecen ser asaltados por las bases, si estas tienen la fuerza para ello, cosa que temo que no es así.
Llamo ya a la revolución de las bases, a la insurgencia interna, de la forma que cada uno estime necesario. Si esperamos que algún dirigente nacional decida tirarse a la piscina para liderar una alternativa solo tendremos un yermo. Hoy en día ser leal al proyecto del PSC significa ser rebelde e insurgente a la actual dirección, dejar de comulgar con ruedas de molino, expresar el rechazo, de forma individual u organizada a esta forma suicida de dirigir el partido. No se si estamos a tiempo, el PSC se ha descapitalizado de forma dramática y profunda, y los que quedamos estamos cloroformizados, unos por miedo, otros por perplejidad y otros por no saber construir alternativas viables ya que durante años los que hoy mandan han construido su poder en centrifugar toda alternativa.
Yo al formar parte, como miembro de una de esas ejecutivas intermedias territoriales que son incapaces de corregir el rumbo del partido, me expongo también a ser deglutido por la insurgencia a la que llamo. Yo también formo parte del problema porqué no tengo capacidad de influir entre mis compañeros para lograr modificar el rumbo. Lo reconozco estoy fracasando y le estoy pidiendo a unas bases que tomen la responsabilidad que los cargos intermedios hoy por hoy no tenemos capacidad de asumir.
Si no se lograra, el camino hacia la irrelevancia es el que nos espera.
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