Editorial Mondadori ~ 9788439720713
Reseñar Maus supone una de las experiencias más gratificantes de mi vida porque es el segundo libro en 2015 al que le doy la nota máxima. Pues verán, desde hace muchos años siempre he sentido profunda fascinación por los temas históricos y sobre todo en torno a la segunda guerra mundial. Es un tema recurrente en mis lecturas y siempre me gusta aprender cosas nuevas sobre esta época terrible de la humanidad. Así que cuando conocí esta obra sabía que debía leerla en algún punto de mi vida y gracias a la biblioteca de la universidad he podido hacerlo.
Shoah
¿Cómo se pueden calificar las memorias y recuerdos personales de alguien más? ¿Es acaso posible? Cuando una experiencia como esta es trasladada al papel es cuando a quien le pertenece deja de hacerlo. En 1992 Art Spiegelman ganó el primero y hasta ahora único premio Pulitzer que se le ha otorgado a un cómic en la historia. Y es precisamente la historia de su padre Wladek Spiegelman, un judío polaco sobreviviente del holocausto.
Wladek vivió en Auschwitz, trabajó en muchos oficios, vio de lejos los hornos crematorios, lo vio casi todo. En Bergen-Belsen estuvo incluso, donde tiempo antes murió Ana Frank y su hermana a manos de la tifus, que el mismo padeció y casi lo mata. Muchas cosas terribles sucedieron en esta época, pero Wladek vivió para contarlas.
Art Spiegelman era un artista joven, casado con una francesa y residía en Nueva York. En los años setenta decidió volver a casa de su padre y lo llevó allí una necesidad de su vida: que él le contara su pasado antes y durante el holocausto. Por muchos meses Art habló y grabó las charlas con su padre, ese hombre enfermo, sumamente tacaño y por su puesto, solitario.
Maus es una obra parte autobiográfica parte biográfica. Porque tanto Art como Wladek son protagonistas en la historia. La novela gráfica se divide en dos tomos: I Mi padre sangra historia y II Y aquí comenzaron mis problemas. Art acude a la casa de Wladek y éste le va contando los recuerdos de a pocos mientras también se cuenta el momento actual de la familia Spiegelman. Es una narración a dos tiempos y a dos voces. Esta historia es distinta cuando te das cuenta que Art nunca tuvo una buena relación con Wladek. Los remordimientos también están presentes por ser un mal hijo para su madre Anja y eso le pesa. Toda su vida estuvo a la sombra del holocausto hudío y como esa experiencia dejó marcados a sus padres y fue un determinante en sus vidas. Art se desahogó al dibujar Maus, puede deducirse claramente.
Maus abarca una gran cantidad de tiempo desde antes de la guerra e incluso después. Wladek Spiegelman y Anja Zylberberg son los padres de Art, judíos nacidos en Polonia que tuvieron una vida tranquila hasta la invasión del Tercer Reich a su país. Desde ahí el sufrimiento no hacia sino empezar. En la historia los judíos son representados como ratones, los polacos no judíos como cerdos, los alemanes como gatos y los estadounidenses como perros. Simbología que considero representativa porque a pesar de todos ser humanos en esta época eso ya no importaba, si eras judio ya eras algo muy distinto. La "raza" volvía a ser motivo de crueldad.
Poco a poco vamos presenciando como Wladek evoca la progresión de la vida polaca desde la invasión hasta lo más cruel, lo más terrible. Primero perder la casa, el trabajo, luego la familia y posteriormente la libertad. En medio de la desesperanza, Wladek destaca por tener una suerte increíble a pesar de la tragedia. El talento para muchas cosas y una gran dosis de buena suerte salvaron al padre de Art de desgracias peores. ¿Cómo puede Art llevarse mal con su padre a pesar de todo lo que sufrió?
Arbeit Macht Frei "El trabajo libera" a la entrada de Auschwitz I
Es una de las lecciones que nos deja leer esta novela gráfica. Que a pesar de todo lo que suframos seguimos siendo seres humanos. Que muchas veces las experiencias sufridas no nos cambian como somos. Art no soportaba que su padre fuera tan tacaño y mezquino, pero es como si Wladek no dejara de recordar los días donde dos personas peleaban hasta sangrar por un pedazo de pan rancio y muchos morían de hambre frente a sus ojos.El azar, el talento y algo de colaboración de muchas personas hicieron que Wladek y Anja sobrevivieran a años de terror. Pero sobrevivir también tiene un peso terrible y es la carga de los que se fueron, los que no volvieron a ver. Familias enteras perecieron en los campos y la compasión era una palabra desconocida por el régimen nazi. Los Spiegelman perdieron a casi todos sus familiares pero sobrevivieron para contarlo.
¿Entonces que puede decir u opinar uno sobre una historia tan personal? ¿A caso el horror se puede valorar? Leer Maus me dejó esa sensación, de dolor, de horror y de impotencia. Art hizo un inmenso trabajo al honrar a su padre a pesar de su mala relación. Porque a pesar de todo es un sobreviviente y los que sobreviven hacen bien en contar lo que los muertos ya no pueden.