MAXIMILLIEN HELLER: ¡El detective francés precursor del mítico Holmes!

Publicado el 31 marzo 2018 por Ana Granger @AnaGranger21
SÁBADO, 31 DE MARZO DE 2018

Maximilien Heller

"Maximilien Heller yacía recostado en un gran sillón junto a la chimenea, con la cabeza hacia atrás y los pies apoyados en el morrillo del hogar. Un amplio batín envolvía su cuerpo, delgado como un esqueleto. Ante él, entre las cenizas, una pequeña marmita de hierro blanco parecía conversar con un grillo escondido entre las brasas. Maximilien era un gran bebedor de café." 

Fragmento de Maximilien Heller de Henry Cauvain

Aunque los parecidos son indiscutibles, corremos el riesgo de caer en odiosas comparaciones. Maximilien Heller de Henry Cauvain es indudablemente la novela precursora del afamado Sherlock Holmes, pero Maximillien, al margen de sus similitudes con el detective inglés, es un investigador único al que merece la pena conocer sin que la alargada sombra de Holmes lo eclipse.

Maximillien decide involucrarse en la investigación que la policía lleva acerca de su vecino, criado desde hace apenas una semana de un rico banquero asesinado en extrañas circunstancias. La policía parece querer dar carpetazo al asunto y culpar al criado quien niega desesperado cualquier implicación. Maximillien, un joven abogado recluido en su desordenado piso, un misántropo de gran intelecto, adicto al opio, experto del disfraz, reservado en sus hallazgos, con conocimientos en química y en técnicas forenses, quien sólo es feliz si puede emplear su privilegiado cerebro. Un personaje con grandes altibajos emocionales que pasa de la euforia al abatimiento rápidamente, ve en el caso de asesinato del banquero una gran oportunidad para salir de un período en el que su salud esta muy mermada. Serán precisamente sus problemas de salud los que le lleven a conocer a cierto médico que pronto se convertirá en su amigo y confidente en un caso donde misterio y acción se entrelazan. Maximilliem se enfrentará a su némesis, encarnado por el doctor Wickson (su propio Moriarty).
Se trata de una novela de gran calidad, escrita de un modo muy ágil que la convierte en una lectura de las que se devora rápido y de las que logra mantener en tensión de principio a fin. No es tanto el caso en sí, como cuanto acontece, lo que logra que la intriga no decaiga. Nada es tan obvio como parece y su final nos guarda algunas sorpresas.

La obra se divide en dos partes bien diferenciadas: La primera parte, es narrada por nuestro doctor (su Watson) que nos acercará a la figura de Heller y a los inicios de este curioso crimen. Aquí asistimos a la forja de su amistad y nos familiarizamos con Heller y sus métodos (del todo deductivos, aunque se aprecian las diferencias). En la segunda nuestra perspectiva de los hechos cambia. Es el propio Heller, a través de las cartas que escribe a su amigo, quien nos desvela sus avances en el caso. Aquí la trama y los escenarios de la ciudad franceses, son sustituidas por el campo y un castillo, donde la trama adquiere tintes góticos y el misterio se intensifica y el ritmo de los acontecimientos se incrementa.Heller y Holmes son dos caras de una misma moneda, salvo que ambos, dentro de la literatura, toman caminos distintos. Mientras Heller fue detective de una sola obra y nunca tuvo la oportunidad de su homónimo británico de crecer y desarrollarse, Holmes se convirtió en un personaje de larga tirada, con más capas y con un carisma propio. Heller y Holmes comparten origen, pero son claramente distintos. Me hubiese encantado que Heller hubiera reaparecido en otras obras, ya que en tiempos de sus publicación fue todo un éxito (se publicó unos diecisiete años antes que Estudio en escarlata) pero acabó sepultado en el olvido.


Destacar el magnífico trabajo llevado a cabo por dÉpoca Editorial en el interior y exterior del libro: una gran traducción, maravillosa introducción (que nos permite saber más del período en el que nos movemos, sobre su autor y sobre la propia obra), tapa dura con sobrecubierta, una imagen de portada preciosa, increíbles ilustraciones en el interior, un punto de lectura en tela, un marcapáginas con la imagen de portada y una lámina que reproduce la misma.
Maximilien Heller de Henry Cauvain es una pequeña joya rescatada del olvido que inspiró a Arthur Conan Doyle para crear a Holmes, sin duda, pero sería erróneo pensar que Holmes es Heller y Heller es Holmes. Es una novela muy buena, sencilla y rompedora para su época, que debería ser recordada por su calidad narrativa y por su original e inteligente protagonista, un detective alejado de cualquier convencionalismo, un hombre de acción sin placa que se bate con un oponente digno de su intelecto y sus métodos. ¿Logrará Heller resolver su único caso llevado a la literatura y sobrevivir para contarlo? Os invito a descubrirlo por vosotros mismos, porque es una lectura de la novela policíaca que merece la pena disfrutar viendo lo mucho que, directa o indirectamente, contribuyó a tan rico género. ¡Mil gracias a dÉpoca Editorial por rescatar estas obras tan injustamente olvidadas!





Título: Maximilien HellerAutor: Henry CauvainGénero: Novela policíacaEditorial: dÉpoca EditorialFormato: PapelPáginas: 210Precio: 21,90 € (Papel)ISBN: 978-84-943634-1-2
Argumento: Imaginemos la larga silueta de un joven. Es un detective privado prodigiosamente dotado para la observación y la deducción lógica, misántropo, adicto a las drogas y experto en química y en las ciencias forenses de la época. Así mismo, es un gran maestro en el arte del disfraz y sus audaces hazañas son narradas por su amigo y confidente, un médico. Otro doctor aterroriza y fascina por igual a nuestro héroe. El joven se ve involucrado en un caso de asesinato cuando su vecino, Jean-Louis Guérin, es acusado de haber envenenado con arsénico a su señor, el banquero Bréhat-Lenoir.

Contrariamente a las apariencias, este retrato no es el de Sherlock Holmes, ni tampoco nos referimos al Dr. Watson o al Dr. Moriarty. El retrato describe al héroe de la novela «Maximilien Heller», publicada en Francia en 1871, casi dos décadas antes de que vieran la luz las primeras investigaciones de Sherlock Holmes en 1887.


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