#Cuba #CubaEsNuestra Ese día, pero en el 2010 andaba celebrando la fiesta de los trabajadores del mundo, sobre las montañas de la majestuosa Sierra Maestra. Allí me encontraba junto al Apóstol, y me preguntaba sobre el destino.
En el 2016 fui a la ciudad de la Habana en busca de resolver problemas personales, el mayo elocuente y lleno de esperanzas me toma por sorpresa. Era una madrugada muy distinta, a la que se vive en Manzanillo, con escándalos y los autos sonando, congas, y la bulla de alegría y de otros el silencio del cansancio de madrugar.
No aguantaba más la tentación y partí rumbo a la Plaza, entre la gente caminaba y el sol comenzaba a salir. No fue un día igual que otro, quizás algunos la recuerden como algo que se hace cada año. Pero en realidad ese es nuestro día, el que se agradece y otros los aborrecen por inescrupulosas conjeturas.
Aun así, hay de quien intente invadir nuestra tierra con bandera ajena, ese no sabe lo que hace, ese no sabe que su retroceso es incomparable con la dolorosa y hermosa historia que nos ha tocado vivir. No se da cuenta porque es indiferente a su ultrajada conciencia, embarrada de la sangre en las huellas de sus arpías.
Mi bandera ondeo ese día, con amor en sus vientos, y aunque hubo una nube tormentosa, no pudo opacar tanto patriotismo, no ese que los gusanos nos pretenden vender.
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Universidad de Granma, Bayamo. M.N.
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