MBT: Consejos para un calzado cómodo y todoterreno

Por Demieles

MBT: Consejos para un calzado cómodo y todoterreno. Nuestros pies y los de los peques sufren a diario nuestras continuas actividades. Así que debemos elegir bien el calzado más adecuado para cada ocasión. Por eso hay que dar la importancia necesaria a esta parte del cuerpo. De este modo evitaremos futuros problemas en la salud.

En el caso de los niños, sus pies evolucionan y crecen constantemente. El calzado debe acompañar el desarrollo natural del pie en su crecimiento.

La mayoría de los niños aprenden a caminar cuando cumplen su primer año de vida, aunque algunos lo hacen antes o después. A medida que el peque comienza a caminar, es probable que tengamos dudas en relación a qué zapatos debe usar. Un niño en crecimiento necesitará zapatos nuevos frecuentemente.

En lo que se refiere a nosotros los padres, nuestro frenético ritmo de vida nos lleva a veces a descuidar esta parte del cuerpo. Y el calzado puede hacer mucho por beneficiar y mejorar nuestro bienestar.

Consejos para un calzado cómodo y todoterreno

El calce de los zapatos y zapatillas

Hay que prestar atención al largo, ancho y profundidad adecuados. El mal calce del zapato puede provocar por ejemplo problemas en los dedos del pie.

Los pies de los niños crecen aceleradamente y requieren zapatos nuevos cada poco tiempo. Por eso, debemos asegurarnos frecuentemente de que la punta del zapato no presione los dedos o las uñas. Lo mejor es buscar zapatos con punteras redondeadas para darles a los dedos mayor espacio y movimiento.

Un error que solemos cometer es pensar que los zapatos nuevos deben ablandarse o amoldarse con el tiempo. Al contrario, deben resultar cómodos desde el principio. Si los zapatos resultan de entrada un poco incómodos o duros, significa que no se diseñaron apropiadamente o no encajan bien en el pie.

Confección del zapato

La parte superior del calzado debe estar confeccionada con piel, lona o material de rejilla. Dependerá de la temporada en la que nos encontremos y de la estación del año.

Los pies de los peques y los nuestros sudan mucho y la parte superior de los zapatos debe estar confeccionada con materiales que permitan el ingreso de aire. Los tejidos naturales permiten que los pies respiren. Es conveniente evitar materiales sintéticos, como el plástico.

La plantilla debe estar hecha de material absorbente. Existen en el mercado plantillas acolchadas que mejoran la comodidad. El uso de plantillas ortopédicas debe ser únicamente aconsejado por los especialistas. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los bebés menores de 16 meses, por ejemplo, tienen pie plano. Con el tiempo, van desarrollando el arco plantar. Este se forma por completo entre los 6 y los 8 años.

La suela y el tacón del calzado

La suela proporciona adherencia, amortiguación y flexibilidad al zapato. Algunas suelas engomadas y gruesas pueden entorpecer el movimiento del niño demasiado pequeño y provocar caídas. Por lo tanto, a esa edad es mejor evitarlas.

Por supuesto, los bebés y niños no deberían llevar tacones en sus zapatos. Cuando son muy pequeños, las suelas planas les facilitan aprender a caminar. Los niños más mayores pueden usar zapatos con un poco de tacón o cuña, pero ésta debe ser mínima.

Los tacones excesivamente altos pueden provocar que el pie se deslice hacia adelante y apriete los dedos contra el interior del zapato. Esto a la larga puede ocasionar serios problemas.

Calzado para cuando el peque aún no camina

Los bebés y los niños que gatean no necesitan zapatos rígidos. El calzado adecuado serían los patucos o escarpines. También calcetines que mantengan sus pies abrigados o calzado para usar antes de comenzar a caminar que no dañe sus pies.

El zapato recomendado debe ser flexible, además de proporcionar un soporte adecuado. Es importante que tenga la forma del pie del niño. Lo mejor es que el bebé pueda estar descalzo cuando se encuentre en un entorno protegido como el interior de casa.

Lo mejor es elegir un calzado ergonómico que les proteja pero que no limite sus movimientos. Esto es un punto clave para su correcto desarrollo psicomotriz. Un zapato ligero, flexible y estable que les dé la sensación de ir descalzos.

Calzado para la etapa del gateo

La flexibilidad y confort es especialmente importante durante la etapa del gateo. El calzado no debe interferir en sus movimientos.

Los materiales deben ser blandos en el empeine y la suela, garantizando así la máxima flexibilidad sin perder el agarre. Por supuesto, también muy transpirables y no tóxicos. Por eso es mejor optar por los materiales naturales, con suelas ligeras y antideslizantes.

Calzado desde que caminan hasta los 3 años

Los zapatos y zapatillas deben permitir que el pie respire dado que los niños sudan muchísimo. Para eso, como os he comentado, es mejor evitar los materiales sintéticos.

La suela debería ser suave, esto implica menos fricción. Así el zapato no se quedará frenado en el suelo y evitaremos que el peque se tropiece y caiga.

Y por supuesto, lo mejor es que sea ligero de peso. Así facilitará el movimiento y los primeros pasos y carreras de nuestros pequeños.

Calzado para la edad escolar

A esta edad, pueden elegir entre una diversidad de opciones, como calzados deportivos, urbanos, zapatos de senderismo, etc. También cabría destacar el uso de plantillas extraíbles, anti bacterias, anti olor, de secado rápido y por supuesto, confortables.

¿Cómo evitar el mal olor en el calzado?

Se desaconseja llevar todo el día deportivas sintéticas, que pueden hacer sudar el pie en exceso. Lo ideal es intercalar dos zapatos para permitir la eliminación del sudor del interior del zapato y evitar la formación por ejemplo de hongos.

El responsable del mal olor en el calzado no es directamente el sudor, sino las bacterias que proliferan cuando el calzado no transpira. Es buena idea que posean plantillas desmontables. Déjalas secar al aire libre y así podrás ventilarlas y permitir que se sequen, evitando la fuente de malos olores.

Tampoco conviene utilizar zapatos de segunda mano. El motivo es que cada niño imprime en el zapato su propia forma de caminar, además de la forma de su pie. Invertir en sus zapatos será siempre invertir en su salud.

El calzado recomendable para la escuela y la rutina del día a día de los peques es el que está hecho de materiales resistentes al desgaste. Lo mejor es que combine en su construcción pieles naturales y suelas de buen agarre. A todo ello se le debe sumar el que siempre debe tener el pie seco y protegido ante las bacterias.

¿Cordones o velcro?

Cuando van al colegio también es recomendable que utilicen calzado de velcro. Sobre todo cuando van a realizar actividades en las que deban descalzarse. Así les resultará más cómodo ponerse y quitarse las zapatillas. Debemos recordar la dificultad para ellos de atarse solitos los cordones. Y pueden acabar llevándolos desatados o con los cordones demasiado largos, con el riesgo de tropezarse con ellos.

Hacia los 5 o 6 años, los niños comienzan a hacerse la lazada solos. Podemos simplificar la tarea eligiendo zapatillas con cierre autoadherente o que combinen éste con cordones elásticos.

A partir de los 7 años es interesante también prestar especial a la amortiguación de la suela. Además de su adherencia, ésto permitirá que vayan cómodos conforme aumenta su masa corporal.

Comprueba también que el calzado esté reforzado por delante y por detrás. Estas son las partes más castigadas por el uso en los niños. Yo siempre opto por elegir calzado que tenga la suela cosida en lugar de pegada.

Con el tiempo he comprobado que, sobre todo por delante, se despega fácilmente. Con lo cual, puede ocurrir que en pocos días las zapatillas estén completamente destrozadas. Pero si van cosidas y bien reforzadas, podrán utilizarlas hasta que les queden pequeñas de talla.

¿Cómo elegir la talla correcta?

Lo mejor para elegir la talla correcta de unas zapatillas infantiles es probárselas adecuadamente. Para que crezca bien, su pie debe quedar sujeto, especialmente en el talón. Pero cuidado: el niño no debe sentir el pie apretado, los dedos deben poder moverse libremente para un buen crecimiento del pie.

Una buena forma de saber la talla es extraer la plantilla. Entonces colocaremos el pie del peque, situando el talón en el extremo de la suela. El dedo gordo debe quedar con espacio suficiente por la parte delantera. En ningún caso debe sobrepasar el extremo delantero de la plantilla.

Problemas en los pies infantiles

Durante los primeros años, el pie de su hijo continúa tomando forma. En este tiempo, pueden aparecer problemas como pie plano o arcos elevados.

Es conveniente llevar una revisión continua para ir viendo cómo evoluciona el pie del peque y así descartar o tratar a tiempo posibles complicaciones.

Debemos controlar la medida del pie y comprobar que el zapato no le aprieta. De lo contrario, el peque puede llevar los dedos encogidos si lleva un zapato demasiado justo, con riesgo de deformación.

Pautas para elegir bien el calzado

Los podólogos y especialistas explican cómo elegirlo:

1. El zapato debe llegar hasta debajo de los huesos laterales del tobillo cuando son de caña baja. En el caso de las botas, deben ser lo suficientemente flexibles para permitir el movimiento completo de la articulación del tobillo.

2. La plantilla del zapato tiene que ser plana y flexible.

3. Un calzado sano es plano y con muy poco tacón, para favorecer el equilibrio y salvaguardar las piernas y la espalda. Además, ha de ser lo suficientemente ancho por delante como para permitir a los dedos abrirse y moverse con libertad.

4. Se recomienda adquirir un calzado fabricado con materiales naturales que permitan la transpiración, como la piel o el cuero.

5. El modelo más adecuado es un zapato que se adapte y sujete bien al pie. Debe disponer de cordones o velcro en el empeine. Las chanclas, zuecos o bailarinas no son recomendables porque la percepción de que el zapato se sale a cada paso obliga a los dedos a hacer un trabajo extra de 'agarre'.

Más consejos...

A pesar de haber elegido un calzado correcto, hay que tener en cuenta que los zapatos y zapatillas deben utilizarse sólo unas horas del día. Es recomendable que en casa los pies estén libres. Será suficiente utilizar un calcetín antideslizante o zapatilla de estar por casa, si no existe ninguna contraindicación.
Hay que probar el zapato con los calcetines puestos y vigilar que haya un espacio de entre 0,5 y 1,5 centímetros entre el dedo más largo y el calzado. Presiona la punta por la parte superior para ver si los dedos la rozan: si es así, el calzado es demasiado pequeño.

El mejor momento para probar el calzado es al final del día, cuando los pies del niño están más hinchados. Es recomendable ponerse de pie, para que cargue su peso sobre los dos pies.

No hay que comprar nunca un zapato de un número mayor con el objetivo de que el niño pueda utilizarlo durante más tiempo. Si el zapato no es de la talla adecuada, podría alterar su forma de caminar o crearle ampollas o laceraciones.

¿Y el calzado para las mamás y papás todoterreno?

Pues sí, las mamis y papis también tenemos que ir cómodos para seguir el ritmo diario de nuestros peques. A lo largo del día puede resultar agotador: paseos, idas y venidas, citas para revisión...

Así que no podemos descuidar tampoco nuestros pies. A mí me gustan mucho los modelos de Calzados L´Alquería. Allí siempre podemos encontrar calzado confeccionado especialmente para dar confort en el uso diario.

Ahora que nuestro hijo ya calza mayor talla, puede usar modelos para más mayores como los de MBT. ¡Es todo un hombrecito!

Deciros que muchos de estos modelos de MBT para mujer van geniales cuando eres una mamá todoterreno. ¡Que creo que todas lo somos!

Y tú... ¿prestas la atención necesaria a esta importante parte del cuerpo que son los pies?