A principios de este mes circulan en varios medios de comunicación del mundo, (sobre todo los electrónicos), esta nota donde supuestamente Jamie Oliver, uno de los cocineros más influyentes del Reino Unido ganó una demanda contra la cadena de alimentos McDonald’s.
Esta es una noticia con medias verdades y mucho amarillismo, verdades porque es cierto lo que muchas cadenas de alimentos hacen para conservar más tiempo sus alimentos, y mentira porque la demanda realmente jamás existió como tal… Bueno, dejo la noticia como está saliendo en la red para dejar al final 2 enlaces, en uno de ellos lo que responde McDonald’s sobre esta noticia, y un enlace donde informan cual es la verdad sobre porque se está dando esta nota.
¿Qué ser humano en su sano juicio pondría un trozo de carne remojada en hidróxido de amonio en la boca de un niño?
En otra de sus iniciativas Oliver demostró como se hacen los nuggets de pollo: Después de seleccionar las ‘mejores partes’, el resto: grasa, pellejos, cartílagos, vísceras, huesos, cabeza, patas, son sometidos a un licuado –separación mecánica- es el eufemismo que usan los ingenieros en alimentos, y después esa pasta rosada por la sangre, es desodorada, decolorada, reodorizada y repintada, capeadas en melcocha farinácea y frita, esto es rehervido en aceites generalmente parcialmente hidrogenados, esto es, tóxicos.
En USA, Burger King y Taco Bell ya abandonaron el uso de amonio en sus productos. La industria de alimentos usa el hidróxido amonio como un agente anti-microbiano, lo que le ha permitido a McDonald’s usar en sus hamburguesas carne, de entrada no apta para consumo humano.
Pero aún más molesta es la situación que estas sustancias basadas en hidróxido amonio sean consideradas ‘componentes legítimos en procedimientos de producción’ en la industria de alimentos con las bendiciones de las autoridades de salud en todo el mundo. Así los consumidores nunca se podrán enterar de qué químicos ponen en nuestra comida.