Pues si no te gusta Röyksopp, toma tres tazas. El dúo de Bergen o juega al despista o no se aclara, porque tras un anuncio en 2014 en el se daba entender de que daba por finiquitado el proyecto al menos en lo que se refiere a álbumes, en lo que llevamos de año ya ha sacado dos entregas de algo que han venido a bautizar como proyecto «Profund Mysteries«, y aquí que ahora acaban de anunciar la tercera entrega ¡Menuda incontinencia! ¿Habrá sido la pandemia, que les tuvo aburridos en casa tocando botoncitos?
El acaso es que aunque me reconozco fan de los noruegos, semejante despliegue ha acabado por saturarme y confieso que sin estar mal del todo, recibo la mayoría de estas canciones con un meh. Al final, tanto lanzar canciones uno se hace un lío y acaba pensando que los Röyksopp llevan ya un tiempo en el que se limitan a repetir una y otra vez las mismas cuatro canciones: la que se parece a Air, la de Robyn, la de Susanne Sundfor y la de Jamie Irrepresible. La pareja, no obstante, es un poco menos severa que un servidor y así lo aclara desde su propia página web:
«Con Profound Mysteries III, concluimos nuestro esfuerzo por lanzar triple álbum. Debajo de su brillo dorado y resplandeciente, se encuentran distintas capas de ambigüedad y contraste; lo dulce y lo angustioso, lo maravilloso y lo erróneo. Somos humanos, soñamos”. – S+T«
Röyksopp anuncia así la tercera parte final de su proyecto con este tercer volumen que se lanzará el 18 de noviembre a través de Dog Triumph, y que según sus autores «llevará la aclamada serie a un clímax, después de haber trabajado con un elenco de colaboradores visuales y musicales globales para crear 30 pistas increíbles, 30 artefactos, 30 visualizadores y 30 películas que se han ido revelando a lo largo del año«.
Bueno. No sé yo si todo está al mismo nivel, pero al menos con «Me And Youphoria«, con la colaboración de su paisana Gunhild Ramsay Kovacs, han vuelto a dar en la tecla adecuada: una bonita pista que trata sobre el deseo y que en realidad no es nada que no les hayamos escuchado antes, pero al menos retiene nuestra atención con esa línea de sintetizador tan retro (a The Weeknd seguro que le gusta) y una conclusión francamente brillante.