Ya tengo puesto un cartelito en la sala de espera una nota en la que pido, por favor, que al niño que se va a visitar no le den palitos de pan, bollitos de chocolate o madalenas pero no sé que malos hados se cruzaron por mi camino ayer que casi todos traían un surtido variadísimo que parecía un supermercado. Una familia de 4 vástagos vino con sus correspondientes palitos "de las pelotas"en la boca de cada uno de ellos. La razón principal para que no lleven comida en la boca es que impide ver la faringe entre el amasijo de pan, galleta, chocolate o caramelo. ¡Ah! el caramelo, otra maravilla que junto con la baba del niño deja pringoso todo lo que toca. Soberbio.
Aparte de dejar el despacho guarro, guarro, guarro, de migas de pan, de madalenas y manchas de chocolate después viene la arena. ¿La arena? ¿Que tiene una playa en su consulta? Pues no pero al final del día lo parece ya que los mozalbetes al quitarse las bambas tiran con sumo cuidado la arena que llevan dentro en pequeños montoncitos sobre la moqueta.Hay días que parece haber pasado la tuneladora del AVE.
Cuando vi por primera vez un aspirador robot me enamoré de él a primera vista pero luego he reflexionado y me pregunto: ¿podrá un bicho de estos dejarme el suelo del despacho limpio o se atascará irremisiblemente a la que lo ponga en marcha? ¿me lo recomiendan? ¿alguien tiene experiencia con un robot aspiradora? ¿alguna marca en especial? ¿hay alguna persona generosa que me pueda prestar uno para ver si me sirve?