by El Rincón de Ika · Published mayo 14, 2018 · Updated mayo 14, 2018
Estilos concretos, logos de firmas, sea como sea las chapas se han llegado a convertir en muchas ocasiones en parte icónica de la moda, como las famosas chapas rosas de la New York Fashion Week 2017 en señal de las protestas que inundaban las calles de la ciudad a principios del año pasado sobre los derechos de la mujer (gran idea, por cierto, de Council of Fashion Designers of America (CFDA) y el Planned Parenthood).
Puede que a priori las chapas parezcan no ser las claras protagonistas de las tendencias actuales como lo fueron, por ejemplo, en la cultura pop o el grunge de los 90, pero si echamos un vistazo a nuestro alrededor, observamos que sitios especializados en la venta de chapas personalizadas, como el sitio web de Chapalandia, ven cómo su negocio se amplía cada día; no solo debido a empresas que deciden producir chapas promocionales como las del citado evento de Nueva York, sino a personas que deciden realizar chapas para personalizar sus accesorios o crear un símbolo entrañable para ocasiones especiales más íntimas.
Ya en los años setenta la música, el punk y las chapas marcaron un hito, permitiendo llevar a los artistas que marcaban tendencia como seña identificativa; no solo punk, Los Beatles, Los Rolling, etc. no quedaron ajenos a ellas, prácticamente ninguno se quedó atrás, pero de alguna forma quedó asociada al movimiento juvenil y a la libertad de expesión gracias a los mensajes que empezaron a proliferar en ellas.
Sin embargo, la asociación entre moda y chapas más allá de “la calle” fue también patente desde aquellos años y fueron habituales en las colecciones de diseñadores de moda; hasta se pudo ver en el cine a través de su vestuario, haciendo un hueco para las chapas que nunca termina de marcharse, ya sea promocionalmente como acción de márketing, como mensajes para lanzar al mundo o simplemente para generar un estilo propio con un carácter fuerte repleto de mensajes.
También el hecho de que las chapas permitan esa personalización en la que la producción en cadena nos hace muchas veces parecer zombies por las calles, las chapas se convierten en un aliado perfecto para dar un toque único a cada outfit.
En mi opinión, una cazadora, ya sea vaquera o de cuero, es la prenda ideal para incorporarlos aportando un toque más rockero. Sin embargo, colocar divertidos mensajes acordes con nuestra personalidad en una mochila o una bandolera nos permitirá mostrarnos mucho más cercanos y abiertos, incluso con un toque bohemio, ya que, al fin y al cabo, estamos dando pistas sobre nosotros mismos a los demás (por no hablar de esas veces en las que las chapas o los parches nos permiten convertir una prensa o accesorio que nos tiene aburrido en algo nuevo).