Me decepcionaste!

Publicado el 03 marzo 2010 por Elchapa
Ahora que Alejo comentó en el post anterior (gracias, por cierto), y que estoy seguro de que tuvo la oportunidad de leerlo, podemos continuar. No quiero hacerme esperar mucho ahora que todos mis artículos son publicados en Paperblog (gracias Natalia!). Entonces: nuevo mes, nueva sección. La idea de esta sección no es más que lo que su título denota.
Hoy estuve hablando con Gianluca (no dejen de leer su blog, yo alguno de estos días haré un especial que le debo sobre Damien Rice) y me comentaba que había visto “Petróleo Sangriento” y que no le había gustado mucho. Lo primero que yo le dije fue que era imposible separar esa película de toda la obra de su director. Hay directores que calan hondo, no necesariamente en el mundo del cine, sino en uno como espectador (aunque creo que el caso de Anderson es un particular ejemplo de una ‘calada’ que se da en ambos espacios); por lo tanto, uno espera mucho de ellos. Generalmente, estos directores pueden pensarse como “autores” desde una perspectiva personal. Yo le contaba hoy a Gian que los rasgos del cine de Paul Thomas Anderson eran reconocibles: películas de un grado de “nomeimportanada” altísimo; personajes detallados en ambientes peculiares, un paso del tiempo que nunca está totalmente registrado ni es percibido y demás. Seguramente si hoy en día Anderson hiciera un film que no cumpliera con esa u otras características, un film que no se sintiera suyo, me decepcionaría.
Me pasó con Judd Apatow, un “autor” –si se quiere- dentro de la Nueva Comedia Americana. Pero está todo acá abajo. Eso sí: queda claro que los actores no entran en esta sección...al menos no por ahora. ¿Quién sabe?
La crítica de “Funny People” (que aquí se estrenó en DVD como “Hazme Reír”), a continuación.
“Funny People”
Primero lo primero: “Funny People” es graciosa. Es graciosa porque te hace reír mucho (y eso es algo que siempre estamos esperando de Apatow), es graciosa porque verdaderamente trata de gente que es graciosa, y abraza esa cualidad. Tomando a sus tres protagonistas, el resultado es alguien que es gracioso porque ha hecho cosas a través de los años que generan ese efecto en la audiencia que lo ve como alguien hilarante (George Simmons, interpretado por Adam Sandler); alguien que es gracioso porque la primera impresión que da no es para nada graciosa y por lo tanto nos hace reír, pero por otro lado puede realmente hacerte reír porque escribe buenos chistes (Ira Wright, interpretado por Seth Rogen); y alguien que es gracioso porque en su actitud generalmente conflictiva y sus cambios de humor constantes, aparece como alguien gracioso, pero más extraño y/o raro que gracioso en sí (Laura, interpretada por Leslie Mann).
El problema que tengo cuando una película realizada por Apatow es meramente graciosa, como lo es esta, es que en este punto de la carrera del escritor/director (al menos en esta faceta, no tenemos que incluir todo lo que ha hecho y está haciendo en este argumento), estoy esperando más que “simplemente gracioso”. Tengo derecho a esperar eso por dos razones: 1)Lo he visto funcionar y lo he apreciado en sus films previos como escritor/director, “Virgen a los 40” (aquí mi crítica) y “Ligeramente embarazada” (aquí mi crítica), y 2)Ha dejado más que claro que quiere que su público reciba un poquito más que un par de risas.
Ese tantito más ha tomado la forma de cosas como, el “Síndrome Apatow”, que es una manera particular de retratar a los hombres en las películas y, particularmente, las relaciones de los hombres con otros hombres. El lazo que el capo-cómico George Simmons desarrolla con Ira Wright una vez que descubre que está muriendo, primero teniéndolo como asistente en la escritura de chistes que progresivamente se transforma en amigo, es la muestra más compleja del síndrome hasta el momento. Es una idea que vale la pena explorar, en forma, tiempo y espacio. Otro elemento de marca Apatow es el rol de las mujeres, transformando completamente a los hombres y casi abriéndoles los ojos a un nuevo mundo que puede no ser mejor que aquel en el que están estancados pero que vale la pena conocer. Piensen en el trabajo anterior de Apatow, y en lo que Alison y Trish hacen con las vidas de Ben y Andy, respectivamente. Luego nuevamente, el rol que Laura ha jugado (hay una presencia importante del pasado en esta película) y/o juega en la vida de George Simmons es menos claro. Es otra idea que merece ser explorada, en forma, espacio y especialmente en tiempo.
Verán, los personajes principales de Judd Apatow evolucionan película tras película. No quiero decir que se hacen mejores hombres, sino que se paran en lugares de mayor experiencia en el propio tiempo de sus películas, que para nosotros los espectadores es un tiempo que establece distancia entre las películas. George Simmons, protagonista de “Funny People”, en esta cronología, es el espécimen más evolucionado. Andy era un virgen, falto de experiencia romántica y hasta de amistad; Ben estaba un poco mejor en el departamento de los amigos, y aunque no un ganador en el lado romántico (los personajes de Apatow nunca lo serán por completo), capaz de pasar una noche con una hermosa mujer, embarazarla y asumir la responsabilidad. George Simmons está más allá de todo eso: ha tenido amor y lo ha perdido, ha experimentado lo mismo con amigos, y quizá ni siquiera sirva para una comparación porque es una superestrella. Andy y Ben eran trabajadores comunes y corrientes. Se necesita un director inteligente para darle el papel de George Simmons a Adam Sandler. No es una mala actuación de Sandler, principalmente porque su personaje podría ser él mismo y porque además termina siendo un balance entre el griterío de “Punch-Drunk Love” (aquí una crítica de Alejo) y la voz suave de “Spanglish” (aquí mi crítica), sus interpretaciones dramáticas recientes en films también hechos por directores inteligentes.
Lo primero que podríamos pensar es que ha habido una reacomodación y el ‘Síndrome Apatow” está ahora localizado en Ira Wright, cuyos mejores amigos están interpretados por Jonah Hill (genio puro) y Jason Schwartzman, y que más Apatow que eso no se puede poner. Pero estamos equivocados, porque Ira y estos tipos son más que trabajadores. Tienen aspiraciones, quieren ser estrellas, quieren ser comediantes y viven con eso todos los días. También requiere de un director inteligente el tomar a un actor en el que confía y cambiarlo por completo de un film a otro. El Ira Wright de Seth Rogen no sólo pierde el peso y la estupidez de Ben Stone, lo que también desaparece es la falta de ambición. Ira quiere triunfar, y aún cuando sabe que no es el mejor, pelea por ello, aunque tenga que traicionar a sus amigos.
Y es por eso que no hay reacomodación. El ambiente ha cambiado. En Hollywood, George Simmons se cruza a Ray Romano, Eminen, Norm McDonald, Sarah Silverman y James Taylor entre otros, pero sigue siendo el ser más evolucionado de Apatow. Completamente solo en una gran mansión, apunto de morir, tiene que re-conectarse, en todo el sentido que le quieran agregar a la palabra. Esta re-conexión es, en “Funny People”, la cosa ‘extra’ de una película de Apatow: un cuidado desarrollo dramático que debe complementar a la comedia, a veces superándola porque es excesivo pero nunca está fuera de lugar, porque tiene que ver con los personajes.
Bien. Este ‘extra’ no funciona aquí. El drama, al igual que la comedia, está basado en ideas. La re-conexión de George con el mundo debería ser una conexión, para que nosotros conectemos con él. Esto nunca ocurre, porque las ideas que forman el contenido dramático del film –la relación de Geroge con Ira y su inconclusa historia con Laura- no son exploradas por completo. Quizá esto era demasiado personal para Apatow: podemos ver que el ambiente es el que habitó y no es un detalle menor que esta sea su pieza más larga hasta la fecha. Tal vez tenía más para decir y trató de aclararlo en menos tiempo; o tal vez su combinación de elemento no fue planeada correctamente esta vuelta. De hecho, las cosas que siempre he encontrado inspiradoras y mencioné como distintivas (como las referencias a películas o los pósters colgando en la pared) son usadas en exceso aquí: en cada escena hay un comentario de alguna escena o de un título. Entiendo que es Hollywood, pero en mi opinión esa característica particular pierde su encanto.
Lo mismo va para los personajes en general. La aparición de Eric Bana es graciosa (sí, dije que la película lo era), pero se mete con el orden natural de los personajes; de los personajes de Apatow en general y de los personajes de esta película, precisamente porque no es natural y no se siente correcto. Y sí, por supuesto que es lindo ver a la mujer de Apatow (la hermosa Leslie Mann) haciendo un personaje importante nuevamente. Él saca lo mejor de ella y de sus hijitas. Lo que no es lindo es no identificarse con su ternura, no sentir su felicidad y su dolor...o el de George si vamos al caso, o el de Ira. No puedo pretender que hubo algo donde no pasó nada.
---6/10