¡Al lío!
1. El primer mes.
La verdad es que el primer mes no me dí ni cuenta porque es el tiempo normal que solía espaciar entre tinte y tinte. Aunque mis canas me empiezan a asomar a las dos semanas de teñirme porque me crece muy rápido el pelo, no quería teñir tan seguido por lo que verme como en la foto, era habitual.
2. De la 5ª a la 8ª semana.
6 semanas 8 semanas
Aquí empezó la cosa a ir más en serio: mis canas eran perceptibles, a veces pillaba a la gente mirándome a las raíces y otras veces directamente me preguntaban.Personalmente a mi no me molesta que nadie muestre interés por si me dejo o no crecer las canas pero sé que hay compañeras que han tenido comentarios más negativos que les han afectado. Para ahorrarme dudas en los demás, empecé a hacerme peinados que no solo no disimulaban mis canas, sino que las exhibían descaradamente.Aunque te parezca poco habitual, me empoderaba más lucirlas así que tratar de disimular algo tan natural.
3. Acercándome a los 3 meses.
10 y 11 semanas
Pasadas las 10 semanas decidí darme un corte: al fin y al cabo, se iba a tratar de ir cortando y probablemente el proceso se me haría más leve si empezaba aligerando en vez de esperar a llegar al largo que tenía antes (aunque es mi objetivo final, lucir melenaza canosa, pero mejor paso a paso).El corte me gustó mucho y se me hace muy cómodo de mantener, así que buena decisión. Como ves en las fotos, sigo luciendo mis canas con energía.