Me di cuenta que no estaba dando un buen ejemplo a mis hijos – Maria nos cuenta su historia

Por Nataliacalvetwellnesscoach @NatCalvetWCoach

Haber podido guiar a Maria en su camino de transformación ha sido una pasada. Es una alumna ejemplar, trabajadora, incansable, con las ideas claras y decidida. Hoy quiero compartir con vosotr@s su historia. Es una historia que nos enseña que paso a paso se llega muy, muy lejos. 

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Muchas gracias por querer contar tu experiencia y tu camino de transformación. Creo que eres un ejemplo de trabajo y decisión y me gustaría compartir tu historia.

¿Me puedes contar un poco tu situación antes de empezar a trabajar conmigo?

Después de un año emocionalmente muy duro, a finales del 2016 alcancé mi peso máximo, pesando incluso más que antes de las múltiples dietas que había hecho mil veces. No sabía qué hacer, no me veía capaz de hacer otra dieta, otra vez… No podía soportar la idea. Estaba bloqueada y no encontraba la manera de salir de ese bucle de mala alimentación y malos hábitos. Se me alteró la tiroides, se me disparó la glucosa en sangre y tenía la tensión al límite. Mi endocrina llegó a recetarme una medicación para diabetes tipo II aunque todavía no lo era, así como una ayuda temporal que me ayudara a adelgazar un poco, pero yo me resistía a medicarme, quería conseguir controlarlo yo. Había hecho dietas en otras ocasiones y había adelgazado, ¿no? Pues quería volver a hacerlo.

Pero comía un día bien y cuatro no…. seguía en bucle… Así pasé más de un año, y no adelgazaba, claro. Me levantaba cada día diciendo que ese sería el día, que empezaba de nuevo, pero por la tarde o para la cena ya ni me acordaba. Y otra vez comía cualquier cosa.

¿Cuál fue el click que te hizo tomar acción y pedir ayuda?

Mi salud empezaba a preocuparme, tenía que hacer algo. Pero ese no fue el motivo del click, la verdad. El click fue mi familia… Después de muchas noches de cenar cualquier cosa, de muchas pizzas, croquetas y bocadillos, me di cuenta que no estaba dando un buen ejemplo a mis hijos. Me preocupaba lo que esto pudiera representar para ellos en su futuro, me sentía responsable de su educación nutricional, así que decidí empezar a hacer algo. Empecé a incorporar más verduras y hortalizas y a intentar reducir los dulces.. Cada fin de semana preparaba un menú para toda la semana de manera que hubiese verduras y hortalizas en todas las comidas, pero seguía picoteando y comiendo dulces, harinas refinadas, etc. Entonces no lo sabía, pero me tenían “enganchada” y me generaban ansiedad y necesidad de comer. Fue entonces cuando en abril, como por arte de magia, topé con el Reto 7 días 0% azúcar de Natàlia, lo hice y conseguí reducir la ansiedad por comer. Eso sí que marcó la diferencia. Me parecía increíble poder controlar lo que comía y no sentir esas ansias de comer y picotear todo el día. Cuando acabé el reto y vi que Natàlia tenía un programa para trabajar con ella durante ocho semanas lo tuve claro. Era mi oportunidad.

¿Me puedes contar tu experiencia en el programa Reprograma tu mente y tus hábitos para perder peso?

Me apunté al programa Reprograma tu mente y tus hábitos para perder peso con muchas ganas de seguir aprendiendo y mejorando. Lo que más me llamaba la atención era que no se centraba solamente en la alimentación, sino en trabajar en esos otros aspectos tan importantes también, el ejercicio, el descanso y las emociones. El hecho de que el trabajo de hábitos sea gradual y que todas las tareas estén organizadas por semanas, junto con los vídeos explicativos, el cuaderno de trabajo y el seguimiento de Natàlia, me ayudó a organizarme, a encontrar cada día un rato para mí, para trabajar en mi cuidado, para priorizarlo y darle protagonismo. Lo que más me sorprendió es que me di cuenta que lo que “sabía” de alimentación, lo que había aprendido con mis múltiples dietas, no era todo verdad: descubrí que podía, mejor dicho, debía comer grasas saludables y que no pasaba nada, que podía disfrutar comiendo sano, que no pasaba hambre, que era importante dedicar un tiempo a organizarme en la cocina, que mi actitud era la que me llevaría a mis objetivos, vaya… un montón de cosas!

Creo que la clave del éxito está en el seguimiento personalizado de Natàlia y los emails semanales, junto con cuaderno de trabajo y todos los materiales y ejercicios que Natàlia nos propone a medida que avanza el programa. Considero mi experiencia en el programa como muy positiva, me ha ayudado a ver el tema de mi peso y mi alimentación desde otra perspectiva, sé que no todo será siempre fácil, de hecho ya he tenido mis bajones en algún momento, pero ahora tengo mucho más conocimiento de mi misma y muchas más herramientas para afrontarlos con una visión positiva y de futuro.

¿Me puedes contar tu experiencia en el Club Cuídate?

Para mí el Club es como la continuación del programa, como la segunda parte. Me ayuda a seguir trabajando en mí, en mi alimentación, mi descanso, mis emociones y mi ejercicio. Ponerme objetivos los lunes y hacer seguimiento semanal me va muy bien, ya que me ayuda a integrar los buenos hábitos. En el Club todas estamos en un proceso parecido, aprendiendo a cuidarnos y a vivir una vida más sana, algunas llevan más camino recorrido y otras menos, pero ahí estamos todas para todas cuando nos necesitamos y eso es genial, aunque ni siquiera nos conocemos personalmente. Otra cosa que me encanta es el reto del mes. Parece una tontería, pero saber que estamos todas trabajando en un mismo aspecto me motiva y me hace comprometerme conmigo misma y con las demás, así que es muy efectivo. Otra cosa que me parece genial es tener un webinar y una sesión de preguntas y respuestas cada mes, ya que puedo seguir aprendiendo y profundizando en lo aprendido. En general, la manera como está organizado el Club me encanta y me parece una muy buena forma de seguir cuidándome y de trabajar para mejorar y sentirme cada día un poco mejor mientras voy acercándome a mis objetivos.

¿Qué has aprendido?

He aprendido muchísimas cosas de alimentación, claro, como el hecho que hay muchos mitos que tomamos como verdades absolutas y que no nos ayudan como pensamos en el proceso de cuidarnos y perder peso, pero lo más importante que he aprendido es que llevar una vida sana es lo mejor que puedo hacer por mí misma. La idea de hacer una dieta para perder kilos ya no me sirve, eso ya lo había hecho demasiadas veces y recuperar siempre los kilos perdidos me generaba una frustración que no quiero, me he dado cuenta que esa no es la manera como yo quiero vivir. Ahora sé que puedo disfrutar de una vida sana y incluso hacer algunas excepciones conscientes y después seguir cuidándome con alegría, poco a poco trabajando en mis nuevos hábitos, que es lo importante!

¿Qué has conseguido?

Pues muchas cosas, la verdad! A nivel de salud, que estaba al límite, estoy contentísima porque este pasado mes de marzo, casi un año después de mi primer reto, tuve revisión con mi médico de cabecera para recoger el resultado de mi último análisis de sangre y está todo bajo control, los niveles de todo se han regularizado, glucosa, colesterol, hierro, triglicéridos, tiroides y todo…

A nivel emocional, he conseguido conocerme mejor y profundizar en el porqué de mi mala relación con la comida. De alimentación, he conseguido cambiar mi mirada y he dejado de ver mi alimentación saludable como una restricción, claro que hay cosas que no como, pero no porque no pueda comerlas sino porque decido no comerlas, de la misma manera que a veces decido comerlas sin sentirme culpable por ello.  También he conseguido entender que hay alimentos que me afectan más negativamente que otros, por ejemplo las harinas refinadas y el azúcar, que me despiertan la ansiedad por comer más y hacen que entre en un espiral del que me cuesta mucho salir. En el día a día, he conseguido tomar consciencia de la importancia de moverme e incorporar mucho más movimiento a mi vida, más escaleras, más paseos, así como ejercicios de fuerza y flexibilidad. He descubierto el yoga y ¡me encanta! Finalmente, he conseguido quitarme unos cuantos kilos, ahora mismo peso 18 kilos menos pero más allá de los kilos me quedo con todos los aprendizajes y la mejora en mi salud, mi bienestar.

¿Cómo es tu vida ahora?

Pues la verdad es que mi vida no ha cambiado mucho, pero sí que es más tranquila que antes, no tranquila de poca actividad, sino tranquila emocionalmente, como más equilibrada.

A nivel organizativo, me ayuda mucho preparar un menú semanal, hacer la compra el fin de semana y dejarme cosas hechas el domingo para poder preparar las comidas y cenas más rápidamente durante la semana. Siempre había pensado que sería una pérdida de tiempo y que después no seguiría los menús pero ahora lo veo como una gran ayuda. Sí que es verdad que a veces cambio alguna cosa de día, pero en general me simplifica mucho el trabajo.

A nivel social, siempre he sido una persona activa, me gusta relacionarme con la gente, tener vida social, estar con mi familia, salir con los amigos, etc, como a la mayoría, supongo. En general sigo haciendo lo que he hecho siempre, pero solemos relacionar disfrutar y celebrar con comer, y no comida sana, precisamente… Eso es lo que sí que ha cambiado,  la idea de que para estar bien y disfrutar hay que comer y cuánto más mejor se ha transformado en la idea de que se puede disfrutar igual sin comer fatal, incluso se puede comer bien, aunque en algún momento decida comer algo no tan sano, lo importante es encontrar el equilibrio que me haga estar bien, disfrutar y seguir trabajando en mis objetivos.

¿Cuáles son tus dificultades?

Pues me cuesta, sobretodo, mantener el hábito del ejercicio, intento buscar una rutina que pueda llevar a cabo sin pensarlo mucho, pero cuando, por lo que sea, rompo esa rutina un par de días ya me cuesta bastante retomarla. Ahí vamos…

Intentar que mis nuevos hábitos pasen a formar parte de todo el resto de mi familia es mi gran dificultad, vaya, mi gran reto, porque espero seguir avanzando y ayudarles a mejorar, aunque sea sutilmente… Mi marido y mis hijos siguen comprando alimentos que no deberían comer. A su manera, han hecho muchos cambios y comen mucha más sano que antes, comen más verduras y hortalizas, a diario, pero siguen comiendo productos cargados de azúcar y harinas refinadas. Estoy muy convencida de mi elección de llevar una vida sana pero a veces siento que todo sería más fácil -todo eso todavía me tienta, a veces- si no estuviera tan sola, si en casa me apoyaran más, y sobre todo, si entendieran que es lo mejor para ellos también.

¿De qué te sientes orgullosa?

De haber tomado la decisión de probar el reto ese abril del 2018… ahí empezó todo. En esa época estaba súper desanimada y pensaba que ya no podría, que no llegaría a perder peso, pero conseguí romper la barrera mental que me frenaba, hice el reto y empecé con muchos cambios importantes. También me siento orgullosa del trabajo y esfuerzo que hago, esto no es un proceso automático, hay que currárselo, pero merece la pena!

¿Qué le dirías a alguien que quiere transformar sus hábitos y su vida?

Que no se lo piense, que pase a la acción ya, que no espere al lunes o al mes que viene, que cualquier momento es bueno para empezar a cuidarse, y ¿por qué no hoy? ¡Muchos ánimos y decisión! ¡Que se puede! Pero también le diría que no se ponga a hacer ninguna dieta milagrosa, que se apunte a tu programa o se una al Club, que la mejor manera de cuidarse es guiada por una buena profesional y acompañada.

¿Quieres contarme algo más o alguna anécdota de tu proceso?

Bueno… anéctodas hay algunas… se acerca mi cumpleaños y recuerdo con una sonrisa las caras de mis compañeros de trabajo en mi cumple el año pasado, cuando estaba en pleno programa… Todos solemos llevar algo para celebrarlo, lo típico, pastas, galletas, bizcochos, bocadillos pequeños, etc. pero yo me presenté con fruta cortada y frutos secos tostados…. sus caras hablaban solas, pero vaya, nadie hizo un feo y se lo comieron todo!