Me encontré con Picasso

Por Oviversai

Al igual que yo, las matemáticas no eran el fuerte de Pablo Ruiz Picasso. Lo que le gustaba era ver cómo el profesor trazaba los números en la pizarra y con saber las cuatro operaciones básicas, iba que chutaba.

Tras intentar imitar a los clásicos y seguir las normas academicistas, el malagueño se abre a nuevas manifestaciones pictóricas. En medio de esta apertura a nuevos horizontes, viaja a París y le encanta la obra de Toulouse-Lautrec. Es en este momento en que ya empieza a experimentar con sus pinturas.

La primera comunión. Tenía 15 años cuando lo pintó.

Tenemos a un Picasso que en su adolescencia ya tiene asimilado todo lo que le puede aportar una formación académica y en París le basta con un año para llegar a ser más modernista que los propios modernistas. Con todo, todavía le falta algo para dar con su estilo propio.

Ustedes esperan que yo les diga qué es arte.
Si lo supiera, no se lo diría a nadie.

Picasso

Picasso pasó unos cuantos años en modo vida itinerante entre París, Barcelona, Madrid, Horta de Ebro… y fue Fernande Olivier quien logró que se estuviese un poco quietecito.

Siete años duró su relación y tanto Picasso como el padre del artista querían fiesta de bodorrio. Se debió de chafar un poco todo cuando se enteraron de que ella ya estaba casada.

Fernande Olivier con mantilla negra

Fernande, Picasso y más vecinos se reunían en el bar Au Lapin Agile, cuyo dueño les permitía pagar con sus obras. De hecho, Picasso se dibuja a sí mismo como arlequín y a Frédé, dueño del local, como guitarrista. La composición se recrea en Au Lapin Agile y se inspira en Tolouse-Lautrec.

Es curiosa la evolución del nombre de este famoso local del barrio bohemio de Montmartre. El caricaturista André Gill dibuja a un conejo saltando en una cacerola y lo llama Le Lapin à Gill (El Conejo de Gill), lo cual acaba derivando en Le Lapin Agile (El Conejo Ágil).

La gente de a pie conocemos principalmente a Picasso por su etapa vanguardista enfocada en el cubismo. Se presenta a Picasso como inventor del cubismo al mostrar al mismo tiempo diferentes perspectivas de un mismo objeto. Y aquí siempre me gusta hacer el paréntesis de recordar el arte africano. Yo ahí lo dejo.

Tres figuras debajo del árbol

Una anécdota con Las señoritas de Aviñón y que conozco gracias a La Fornarina os la medio cuento por aquí. Apollinaire y Picasso fueron sospechosos en el caso del robo del cuadro de La Gioconda en el Louvre. Al margen del tema detectivesco, se robaron dos tallas íberas que estos dos «artistas» comprarían por 50 francos para continuar con la estafa. Estas pequeñas estatuas sirvieron a Picasso para inspirarse en la creación de uno de sus cuadros más famosos: Las señoritas de Aviñón.

Si queréis saber qué pasó con La Mona Lisa, las tallas íberas, los robos, con el verdadero ladrón y con Picasso y Apollinaire, sólo tenéis que entrar en este vídeo que se curró Naomi de La Fornarina.

Yo detesto a la gente que habla de lo bello. ¿Qué es lo bello? ¡En la pintura hay que hablar de problemas! Los cuadros no son otra cosa que investigación y experimento. Nunca pinto una «obra de arte». Todos mis cuadros son investigaciones.

picasso

No tengo foto hecha por mí en el Reina Sofía del Guernica, pero ello no quita que haya que mencionarlo. Una de las ciudades más antiguas de Vizcaya, Guernica, cae en unos tres cuartos de hora bajo el ataque de aviones alemanes. Guernica y sus gentes sufrieron los experimentos y pruebas del aparato fascista, quedando reflejado todo el sufrimiento del pueblo en los gritos y llantos de las figuras de esta composición.

El encargo de este monumental cuadro procedía del gobierno republicano y su fin era exponerse en el pabellón español de la Exposición Universal de París (1937).

Mosquetero con espada y amorcillo lo podemos visitar en el Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo). Esta obra es uno de los buques insignia de este museo y veremos que se inspira en el Caballero de la mano en el pecho de El Greco. Picasso lo pintó en 1969 y en ese mismo día creó tres cuadros más y varios grabados. Vamos, que fue un año estupendo el del 69. El hombre llegó a la luna, Picasso estaba en toda su pompa creativa y, lo mejor de todo, el gran acontecimiento de 1969 es que nació mi mamá.

Foto hecha por Alicia de el.arte.es.cosa.tuya

Hasta ahora, por si no lo sabíais, os he estado mostrando los sitios donde tengo visto algún Picasso. Así que sólo me queda enseñaros el Museo Picasso de París.

Todas las épocas artísticas del creador malagueño las podemos visitar en el Hôtel Salé.

¿Cómo se conforma esta colección?

Pues en 1979 las obras de Picasso fueron el modo de pago al impuesto de sucesiones francés. Con los años, la colección fue aumentando mediante más adquisiciones y donaciones.

El Hôtel Salé es un palacio del siglo XVII que adquiere el conde Pierre Aubert de Fontenay y Marie Chastelain, su mujer. Se le llama Hôtel Salé porque este conde fue recaudador real del impuesto sobre la sal. Durante la Revolución, el palacio pasó a ser un almacén de los libros de los monasterios suprimidos en el barrio del Marais.

En 1994 la ciudad de París quiso hacer en él un museo del traje, paradójicamente la muerte de Picasso hizo que se cambiara de opinión y que el espacio fuera dedicado a la obra de este autor.

Espero que os haya gustado el recorrido.

¿Vosotros también habéis visto algún Picasso en directo? ¿Os hizo ilusión?