Habría sido difícil hacer una predicción más errada sobre el resultado electoral en EEUU que la que hice hace cuatro días. Me equivoqué. Mucho. Infantilmente pensé que las mujeres e inmigrantes darían la espalada al candidato republicano. La realidad ha sido muy distinta:
- Un 44% de las mujeres que votaron en las elecciones del 8 de noviembre lo hicieron por un candidato públicamente misógino.
- Un 30% de latinos y asiáticos apoyaron a un candidato abiertamente xenófobo.
El odio ha triunfado. El voto a Trump ha sido interpretado y utilizado, por amplias capas de la sociedad, como un puñetazo en la cara del elitismo moral, social y económico. “Fuck You!” han exclamado. Vamos a hacer aquello que más te duela. No porque eso repercutirá en un mayor bienestar para nosotros sino porque disfrutaré viendo tu dolor.