“Yo necesito trabajo, muy bien. Pero eso no es razón para que el empleo que me salga acabe conmigo. Mira, lo único que quiero es cobrar la pasta suficiente para mantenernos hasta finales del año que viene, hasta que decida que voy a hacer. Mientras tanto quiero conservar mi identidad. Por consiguiente, lo que quiero evitar antes de nada es un trabajo que pueda considerarse interesante por sí. Quiero algo que no me afecte. Busco una empresa grande, antigua, que lleve un siglo haciendo dinero sin apenas darse cuenta, donde tengan que contratar a ocho tíos para cada puesto porque no pueden esperar que a nadie le interese nada una mierda en un sitio así y decir: Muy bien. Os ofrezco mi cuerpo y mi sonrisa de estudiante simpático por equis horas al día a cambio a cambio de equis dólares, pero aparte cada cual a la suyo. ¿Me explico?”
Frank Wheeler en Vía Revolucionaria (Richard Yates)