The day after (El día después en español) una película estadounidense dirigida por Nicholas Meyer y protagonizada por Jason Robards y John Lithgow. La película trata sobre una guerra entre fuerzas de la OTAN y el Pacto de Varsovia que se intensifica rápidamente en un intercambio nuclear a gran escala entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. “El día después”, también es el nombre que se le conoce a la píldora anticonceptiva de emergencia. Pero me quedo con “el día después” como programa deportivo de Canal Plus.Hablando de fútbol voy a contar tal y como pude ver un lunes después de la jornada de liga, después del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, o mejor dicho un día reivindicativos de los derechos de la mujeres y del camino hacia la igualdad. Visito la página web del Real Betis y leo “tercera edición del día de la mujer bética”: “Éxito absoluto de la tercera edición del Día de la Mujer Bética. El Estadio Benito Villamarín ha registrado hoy una asistencia de 39.130 espectadores, muchísimas de ellas mujeres. El palco presidencial ha estado ocupado por completo por mujeres y presidido por la ex consejera del Club y patrona de la Fundación Real Betis Balompié, Isabel Simó, junto a la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero. Los equipos han saltado al terreno de juego acompañados por niñas, mientras que los jugadores verdiblancos han lucido en sus camisetas el nombre de la mujer que han elegido. El vídeomarcador del Estadio ha emitido las fotos de las miles de béticas que han mandado su imagen a través de los perfiles del Real Betis en Twitter e Instagram. En el descanso han salido al campo las jugadoras infantiles”.Todo normal, y hasta puede parecer un acto más en defensa de la libertad de las mujeres, y un camino hacia la igualdad. Pero ese pequeño acto se vuelve oscuro si recordamos que hace unas semanas a un jugador del Real Betis la juez de Violencia sobre la Mujer número 3 de Sevilla ha dictado un procedimiento abreviado con el jugador por cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves contra su exnovia. Después de salir a la prensa todas estas acusaciones hacia el jugador, un grupo amplio de hinchas del Betis, en el momento en que salta el jugador al terreno de juego, preparan su himno de la alegría “Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue culpa tuya, era una puta, lo hiciste bien”. Ayer, 8 de marzo, el jugador declara “esa afición sólo trató de animar y yo le doy las gracias”. Un periodista le pregunta si condena los cánticos y el jugador replica que “cada uno es libre de decir lo que quiera”. A media noche, el dicho jugador dice que está en contra de esos cánticos, machistas, qué le ha hecho cambiar de opinión, es lo que piensa, le han presionado, … No importa, “el día después” se ha vuelto a nublar, creo que ha faltado a la dignidad de las mujeres, a las que han luchado antes y las que lo hacen ahora, a nosotros también, a los hombres, a los que creemos que nos hay derechos ni deberes para unos y para unas, son igual para todos y todas. Por eso me gusta el fútbol el día después, con balones quietos, con estadios vacíos, con poco que hablar, sin violencia, sin enemistades, sin cantos machistas ni xenófobos, … Si el fútbol es un reflejo de lasociedad, si es así, cuanto tendremos que trabajar desde la Educación Social. Samuel N.P.
The day after (El día después en español) una película estadounidense dirigida por Nicholas Meyer y protagonizada por Jason Robards y John Lithgow. La película trata sobre una guerra entre fuerzas de la OTAN y el Pacto de Varsovia que se intensifica rápidamente en un intercambio nuclear a gran escala entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. “El día después”, también es el nombre que se le conoce a la píldora anticonceptiva de emergencia. Pero me quedo con “el día después” como programa deportivo de Canal Plus.Hablando de fútbol voy a contar tal y como pude ver un lunes después de la jornada de liga, después del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, o mejor dicho un día reivindicativos de los derechos de la mujeres y del camino hacia la igualdad. Visito la página web del Real Betis y leo “tercera edición del día de la mujer bética”: “Éxito absoluto de la tercera edición del Día de la Mujer Bética. El Estadio Benito Villamarín ha registrado hoy una asistencia de 39.130 espectadores, muchísimas de ellas mujeres. El palco presidencial ha estado ocupado por completo por mujeres y presidido por la ex consejera del Club y patrona de la Fundación Real Betis Balompié, Isabel Simó, junto a la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero. Los equipos han saltado al terreno de juego acompañados por niñas, mientras que los jugadores verdiblancos han lucido en sus camisetas el nombre de la mujer que han elegido. El vídeomarcador del Estadio ha emitido las fotos de las miles de béticas que han mandado su imagen a través de los perfiles del Real Betis en Twitter e Instagram. En el descanso han salido al campo las jugadoras infantiles”.Todo normal, y hasta puede parecer un acto más en defensa de la libertad de las mujeres, y un camino hacia la igualdad. Pero ese pequeño acto se vuelve oscuro si recordamos que hace unas semanas a un jugador del Real Betis la juez de Violencia sobre la Mujer número 3 de Sevilla ha dictado un procedimiento abreviado con el jugador por cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves contra su exnovia. Después de salir a la prensa todas estas acusaciones hacia el jugador, un grupo amplio de hinchas del Betis, en el momento en que salta el jugador al terreno de juego, preparan su himno de la alegría “Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue culpa tuya, era una puta, lo hiciste bien”. Ayer, 8 de marzo, el jugador declara “esa afición sólo trató de animar y yo le doy las gracias”. Un periodista le pregunta si condena los cánticos y el jugador replica que “cada uno es libre de decir lo que quiera”. A media noche, el dicho jugador dice que está en contra de esos cánticos, machistas, qué le ha hecho cambiar de opinión, es lo que piensa, le han presionado, … No importa, “el día después” se ha vuelto a nublar, creo que ha faltado a la dignidad de las mujeres, a las que han luchado antes y las que lo hacen ahora, a nosotros también, a los hombres, a los que creemos que nos hay derechos ni deberes para unos y para unas, son igual para todos y todas. Por eso me gusta el fútbol el día después, con balones quietos, con estadios vacíos, con poco que hablar, sin violencia, sin enemistades, sin cantos machistas ni xenófobos, … Si el fútbol es un reflejo de lasociedad, si es así, cuanto tendremos que trabajar desde la Educación Social. Samuel N.P.