Me Gusta La Gente Que Se Gusta

Por Mariola Azores De Bustarviejo @MariolaAzores

Me gustas tú. Muchísimo. No sabes cuánto siento que los cambios de Facebook no incluyan un botón para darle un "me gusta" a las personas, porque en ese caso yo a ti te daría uno tan grande como una casa. Así que por eso, para no quedarme con las ganas de decirte cuánto me gustas, la entrada de hoy te la dedico a ti. 
Tú eres ese hombre, esa mujer, ese chico o a esa chica que a pesar de sus inseguridades, de sus fallos y de sus equivocaciones se sigue levantando cada mañana sintiéndose a gusto en su piel. 
Tú eres esa persona que forma parte de mi vida para hacerla aún mejor. Vaya usted a saber por qué los dioses lo dispusieron de esta manera; desde luego no seré yo quién les cuestione.
Pero esta entrada también es para ti, que aún no te conozco y que puede que no llegue a conocerte nunca. Si lees estas líneas hasta el final y honestamente te reconoces en lo que dicen, me da igual que ellas sean lo único que llegue a unirnos jamás: Tú me gustas. Me gustas muchísimo. 
Me Gusta La Gente Que Se Gusta

1. Porque les gusta la gente y lo demuestran
Las personas que se gustan a sí mismas practican una extraña magia: son amables, extrovertidos, generosos, disfrutan de la compañía de los demás y se mueven por cualquier tipo de ambiente con la misma comodidad con la que lo hacen por su propia casa. Cuando alguien se ha aceptado a sí mismo -lado oscuro incluido- también acepta a los demás tal y como son, y eso se nota.
2. Porque no reclaman los focos 
Suele ser gente más de quedarse tan a gusto en el backstage que de estar hambrienta de escenario. Pero claro que a veces les verás acaparando los focos, no tanto por una necesidad de llamar la atención como porque su carisma atrae hacia ellos las luces sin haberlas reclamado.
3. Porque no buscan el aplauso
No necesitan tu aprobación ni la mía para ser felices siendo ellos mismos. Son personas que rara vez se justifican por ser como son, que siguen su propio camino. Solo les importan las opiniones de aquellos que les ayudan a crecer, a mejorar. La vanidad es una perra que difícilmente encontrará donde morderles. 
4. Porque no quieren impresionarme
Me gustan aquellos que cuando hablan de sí mismos hablan de quienes son, no de lo que poseen. Y que de mí sobre todo les importa saber quién soy, no lo que tengo. 
5. Porque les brillan los ojos
Tienen intereses, aficiones, aman lo que hacen. Hasta es posible que te amen a ti. ¿Quieres saber si tú también eres una de sus pasiones? Mírales a los ojos. 
6. Porque son capitanes
Las personas que se gustan a sí mismas confían en sus capacidades y en su propio criterio, por lo que asumen con naturalidad el liderazgo. Son muy buenos movilizando grupos de personas, y también puedes contar con ellos para resolver una crisis.
7. Porque les gusta hablar claro
No escurren el bulto en los conflictos: si has hecho algo que no les ha gustado o les ha dolido encontrarán la mejor manera de decírtelo. Pero de la misma manera si te admiran por tus logros o por tus cualidades, también te lo dirán. Y si necesitan tu ayuda te la pedirán. Además me gustan porque son del tipo de personas que te dejarán claro lo que esperan de vuestra relación, ya sea ésta laboral, sentimental o amistosa.
8. Porque toleran el rechazo
Son personas mentalmente fuertes , con una alta tolerancia a la frustración y a los sentimientos incómodos. Saben que el rechazo siempre es una posibilidad que está ahí pero no por ello dejan de correr riesgos cuando está en juego algo que les importa. 
9. Porque no son de cristal
Con la gente que se gusta a sí misma no hace falta andar pisando huevos para no herir su susceptibilidad. Puedes hablar con ellos sin que se sientan ofendidos; puedes decirles lo que te ha molestado o por qué crees que están equivocados. Incluso puedes esperar de ellos una disculpa o que reconozcan un error. Actuar por una cabezonería derivada de la soberbia -que a su vez suele tener su origen en la inseguridad- no está en su naturaleza.
10. Porque quieren gustarse aún más
Han detectado cuáles son esos fallos de su carácter que les hacen menos atractivos a sus propios ojos y trabajan por encontrar la forma de convertirse en mejores personas, en seres humanos de más calidad. 
¿Qué tiene que tener alguien para que te guste?