La semana que viene me voy de vacaciones a Lanzarote. Momento para desconectar del trabajo, descansar y disfrutar de la familia.
Desde que tengo niños esa semana que marchamos de relax se traduce en esta secuencia:
1.- Viajar muy ilusionados
2.- Los niños se lo pasan muy bien
3.- Los niños se portan fatal
4.- Me enfado hasta los límites de lo humanamente posible.
5.- Creer que la vida es un infierno y que se esta mejor trabajando.
6.- Comprendo que los niños están sobre-excitados y agotados y eso los lleva a ser incontrolables
7.- Me relajo...y se acaban las vacaciones.
No son las vacaciones mejor planeadas del mundo pero si que son constantes y año tras año esta secuencia se repite. Teniendo en cuenta que lo desconocido me incomoda y disgusta estoy encantado de saber que en una semana voy a estar enfadado con el mundo. Llamenme raro si quieren, pero a mi saber cuando me voy a enfadar me deja más tranquilo, me enfado mucho mejor de esta forma.
NO ME GUSTA
Se estarán preguntando que si ya lo sé porque no aprendo de un año a otro y paso directamente al punto 6.
Se puede hacer pero entonces le quitaríamos emoción a las vacaciones y entraría en una zona desconocida y como he dicho un poquito más arriba, lo desconocido me incomoda y disgusta.
Así que me voy de vacaciones al infierno...pero es mi infierno y me encanta. Por otro lado el infierno con barra libre, sol y playa es más llevadero.