Me gustan las personas que sonríen con la mirada. Las que tienen la capacidad de sacarme una sonrisa aún cuando todas mis ganas de sonreír se han ido de viaje.
Me gustan las personas que hablan con la sonrisa. Ésas que, sin necesidad de mediar palabra, te dicen mucho más que otras que llevan toda una vida hablándote.
Me gustan las personas que piensan bonito. Las que no buscan dobleces y tampoco las provocan.
Me gustan las personas de expresión transparente. Aquellas a través de las que ves el mundo de manera sencilla y natural porque no dejan pasar la oscuridad a su corazón ni aun en los peores días.
Me gustan las personas que transmiten intensidad, pero de la sana, de la que carga las pilas, de la que se contagia, de la que te atrae irremediablemente y te hace querer volver.
Me gustan las miradas que hablan, las sonrisas que no callan lo que sienten, los gestos que dicen.
Me gustas. Siempre que tu mirada, tu sonrisa y tu expresión sean ciertas, sinceras, transparentes, intensas, buenas... Y sobre todo: VIVAS.
Me gustan las personas bonitas.