Hola amigos/as, después de mucho tiempo voy a escribir algo nuevo y lo voy a hacer como a mi me gusta. Este es un post en el que me voy a quejar...y mucho, porque quiero, porque me da la gana y porque sí. Además lo voy a hacer de algo completamente absurdo y ridículo: me lo estoy pasando demasiado bien...fuera de casa.
Me gusta estar en casa, disfrutar de mi sofá, de ver la tele. Soy feliz cuando salgo de trabajar o llega el fin de semana y estoy en casa, tranquilamente con mis historias, y mis hobbies caseros, me gusta aburrirme en casa.
NO ME GUSTA
No consigo aburrirme, no puedo, no me dejan....necesito quedarme en casa un fin de semana y decir: " tenía que haber salido", "tenía que haber hecho algo de provecho". Pero no, es imposible.
Desde que volví de vacaciones este Agosto, me han tenido ocupado constantemente, que si llevar al niño al fútbol, a la niña a la piscina, luego el niño al voleibol, que si los cumpleaños de los amigos del cole, que si los cumpleaños de los amigos de la plaza, los cumpleaños de gente a la que no conozco, celebraciones varias, salimos a comer por ahí porque si, salimos a cenar por acá porque no. Y lo peor de todo...¡Me lo estoy pasando bien!
Han sido tres meses de un no parar, de un estado de felicidad y alegría continua para el que mi cuerpo, mi alma y mi espíritu no están preparados. Es más mis músculos faciales no están entrenados para sonreír tanto. Creo además que no es sano permanecer tanto tiempo alegre.
Analicemos la situación. Si todos fuéramos super-modelos, bellos hasta decir basta, no podríamos compararnos, entonces se produciría la paradoja de que no seríamos bellos...nos convertiríamos en vulgares. Se necesita a la gente fea (si es posible, no cuando nos miramos en el espejo) para apreciar la belleza. Pues bien...necesito aburrirme para poder saborear como se merecen todos estos meses de eventos en buena compañía.
P.D.: ¡Qué a gusto me he quedado!. Cuando me aburra mucho haré un post sobre lo poco que me gusta aburrirme.